martes, junio 03, 2008

El t3rcer campeonato



Una tarde de domingo se aproximaba, no era cualquier tarde, al menos no para mi tierra natal, Torreón Coahuila que estaba por disputarse el campeonato contra Cruz Azul. La suerte estaba al aire, los albiverdes aventajaban, pero todo podía pasar...
La primera vez que el equipo de Santos Laguna jugó una final fue en 1993 cuando los Tecos lo vencieron en Guadalajara, muy lamentable, pero al menos el equipo despegó como una de las promesas de la primera división mexicana. Yo contaba con 9 añitos en ese entonces y todavía recuerdo la euforia de los torreonenses que salieron a las calles a gritar, a ondear sus banderas y abrazar al prójimo sin conocerlo. Era la fiesta del pueblo, el que nunca destacaba por nada, el que no tenía nada que celebrar. Eran los tiempos de Héctor Adomaitis, Antonio Apud y Richard Zambrano y otros jugadores argentinos y chilenos que echaron raíces en esta tierra.
A los 10 años recuerdo que me aproximé tímidamente por un autografo a Apud en un circo sobre hielo, a los 22 se convirtió en uno de los "padrinos" de un proyecto final que realizamos en mi escuela, cuando estaba próxima a graduarme.

Años más tarde, por 1996, llegó una jóven promesa que se convertiría en una leyenda urbana local: Jared Borghetti, quien finalmente logró el ansiado primer campeonato en diciembre de ese año contra Necaxa. La victoria fue en casa durante un partido cardiaco donde Alberto García Aspe había anotado un gol, pero Borghetti supo ser más astuto y demostró todo su arsenal. La batalla se ganó en un 4-2 en el santuario del equipo: el Estadio Corona. Desde entonces siempre he creído que Borghetti debería tener su busto en la Alameda Zaragoza en el paseo de los hombres ilustres en lugar de Carmelita Salinas y otros tipos que les rinden pleitesía sus cuates panistas y priístas. De nueva cuenta esa euforia se desató y las calles se llenaron de bullicio y algarabía, de autos escandalosos y mujeres atrevidas que bailaban en paños menores (yo vi a una en la calzada Colón, neta).

En 2001, la suerte volvería a sonreírle al equipo tras lograr el segundo campeonato de nuevo con la mano santa de Borghetti, pocos han brillado tanto como él y han ganado tanto cariño y respeto. Esa tarde de mayo, calurosa y resplandeciente, sigue grabada en el corazón de Torreón. Recuerdo como los cholos hicieron desmadre en la Alameda y como lograron desprender la cerca que cubría la Fuente del Pensador(tardaron mucho en reinstalarla, por cierto).
Pero no todo fue alegría y felicidad, en 2004 una sombra siniestra cubrió los ánimos laguneros: Carlos Ahumada Kurtz, un empresario argentino acaudalado y mamon, compró el equipo a la Cervecería Corona como uno más de sus bienes materiales; todos conocemos la historia posterior de los "videoescandalos" de las transas de este güey: el equipo estuvo a punto de ser desplazado de ciudad, pero una multitud salió a las calles a marchar en señal de unión y protesta enfundados en playeras verde limón donde se leía la leyenda "Un guerrero nunca muere". Hasta el gobernador Enrique Martinez y Martinez (PRI) y el entonces alcalde Guillermo Anaya (PAN) se unieron sin importar los colores de sus respectivos partidos; la Cervecería Corona readquirió al equipo y se quedó en casa. Los laguneros demostraron su fraternidad...al menos para el futbol, claro está.

La mala racha no acabaría ahí: a finales de 2006 sus jugadas resultaron mediocres, la única salvación consistía en invertir en un jugador de "primer nivel" como Oswaldo Sánchez a quien se le encomendó la colosal tarea de sacar al equipo del bache, se trató de una inversión millonaria y una campaña mediática descomunal que sirvió para puras vergüenzas: Oswaldo no pudo con el paquete, tanto así que casi tocaron el descenso a Primera A en mayo de 2007 contra los pobres queretanos. Ellos dijeron adiós mientras la historia de Santos seguiría escribiéndose.

...Y ahora, un año después, estoy lejos de mi tierra, en una ciudad enorme con un montón de desconocidos que ahora son mi familia. Esa tarde me encontraba en mi departamento de Copilco acompañada de mi roomate español, Iñigo, quien presenciaba conmigo la final de la temporada verano 2008. La palabra "Torreón" no dejaba de sonar en la TV y no pude mas que sentir nostalgia por mis amigos y mi familia que ya no estaban conmigo y esas tardes calurosas de 40 grados que sólo se aminoraban con una cheve helada y la porra de "Santos 100% chingon". Vi el primer tiempo y después partí a Coyoacán donde me encontraría con otro español: Juan Ramón, a quien le contaría los momentos pretéritos de alegría y frenesí y las ganas de compartir ese acontecimiento con mis paisanos, al igual que el centenario en septiembre de 2007 que no presencié por estar en un bar gay de Garibaldi...


...Y yo que decía que el futbol me valía madres...bueno, eso lo dijo mi cuate el periodista deportivo (odiado por tantos), Juan Gómez Junco. ¿Qué puedo hacer? Mi corazón sigue en La Laguna...y el Santos es inherente a ella.

1 comentario:

Miguel Angel dijo...

Eso es todo lo que hacía falta.
Gracias.

Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...