"Me niego a vivir como una mujer ordinaria, a establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré a él. Me adapto a mí misma". Anais Nin
jueves, noviembre 25, 2010
El último concierto de Gustavo Cerati en México (24-nov-09)
La organización del público era un desmadre, mientras que algunos tuvieron el privilegio de acomodarse hasta adelante gracias a una decisión de última hora del patrocinador, como MJ, yo me conformé con sentarme en un palco, si hubiera llegado unos minutos antes habría gozado de lo otro. Tampoco me quejo, estaba más cómodo que donde me tocaba originalmente. Hubo gente que se confundió e hizo panchos, pero yo opté por ponerme de "flojita y cooperando" y me fue bien. Ya había empezado el toquín cuando tomamos nuestro respectivo lugar.
Cerati había cumplido 50 años y no parecía molestarle, aún tenía brios para rato y mantenía al público entusiasmado, fueran hombres o mujeres. Debo confesar que no he escuchado "Fuerza Natural", pero me laten otras rolas de sus primeros discos solistas como "Amor Amarillo" y el delirante "Bocanada". De este último tengo una serie de recuerdos negativos de mi vida personal, pero con el tiempo se han ido borrando y le he dado su debido mérito más allá de las circunstancias. La única referencia en directo fue ese bienaventurado concierto especial de Soda Stereo (ver post, noviembre 2007). Qué curioso, por alguna razón este mes ha estado marcado por su presencia.
Por esos días acababa de morir Mercedes Sosa y le dedicaron "Zona de promesas" (Mama sabe bien/perdí una batalla/quiero regresar solo a besarla) cuando hizo alusión como una de las tantas madres del canto argentino no pude evitar que me brotaran las lagrimas, no por ella sino porque ese mismo mes yo también había perdido a una mujer muy cercana: mi tía Bertha, mi segunda madre. Con "Te llevo para que me lleves", Cerati ya no cargaba con su ex mujer, Cecilia Amenabar que hacía los coros, sino a una cantante de vestido corto blanco, piernas de buen ver, pero con una voz tipluda y poco melodiosa. Craso error. Me burlé un poco de su mal timbre hasta que llegamos al metro Barranca del muerto. Y de ahí aprendí que otra rola que me parecía tan simple como "Paseo inmoral" en vivo sonaba 1000 veces más grandiosa. Cerati nunca fue en sí mi ídolo, cosa que sí lo era Soda Stereo, siempre disfruté su música y por alguna razón nunca lo había visto en directo, ni en el Vive Latino, ni siquiera en toquines más pequeños y discretos. Ya sabía yo que esa oportunidad no podía irse.
No olvidaré una monumental interpretación de "Puente" en la que todo mundo estaba con los ánimos exacerbados y eufóricos hasta el tuetano, esa rola expele pasión y magia, sin exagerar y parecía un cierre perfecto. Según MJ, a los que estaban más adelante Cerati les sacaba la lengua a manera de saludo, y ella se sintió complacida. (¡Gracias por venir, carajo!)
Meses después, todos supimos las malas noticias que hasta ahora no parecen tener un final y mientras la salud de Gustavo se mantiene en vilo. Quiero pensar que no está en coma, sólo fue a darse una vuelta por el universo.
miércoles, noviembre 24, 2010
Adivinen quién sale en éste video...
Transmitido el 4 diciembre de 2008 en el programa "México Confidencial" de Cadena 3.
domingo, noviembre 21, 2010
sábado, noviembre 20, 2010
Otra noticia (mi caballo sigue llorando).
Así es la vida.
martes, noviembre 16, 2010
Segundo aniversario
Esta rola, parte del disco "Funeral", estuve escuchandola varias veces durante el día y va dedicada a dos personas que me acompañaron en esta aventura...pero que ya han abandonado este planeta. Gracias Bertha, gracias Adriana.
sábado, noviembre 13, 2010
Crónica de un concierto (la que estaba prometida)
Un extraterrestre en México
Por Míriam Canales
Cuando me enteré de que Gary Numan tocaría en México, francamente no cabía en mi asombro y así como yo, muchos más. Una de las piedras angulares del synthpop británico venía a interpretar, con su sintetizador gótico y chillante, su álbum de 1981, The Pleasure Principle, e intentaba retomar el lugar que perdió en la escena en la que ha estado y no ha estado de forma ambivalente. Aunque no ha dejado de grabar discos, no han tenido el mismo impacto que Replicas Redux o Telekon de finales de los setenta y muchos lo consideran ya un has been…, pero la oportunidad no pensaba perdérmela.
Al llegar al Lunario del Auditorio Nacional, el frío de la noche se disipó por el calor que expelían decenas de almas reunidas, en su mayoría hombres de más de veinticinco años, ataviados con ropa negra, otros rememorando los estilos punk o glam con mohawks y maquillaje y otros más disfrazados para la ocasión, con corbata roja y cabello relamido como buenos “Numanoids”. Me preguntaba cómo luciría Numan en la actualidad, con qué bríos tocaría, cómo sería su actitud en escena.
A las diez y cuarto las luces se apagaron y emergieron su figura y su cabello despeinado, entre el humo y el sonido de un poderoso teclado que daba la bienvenida con “Random” como principio del placer, pero no fue hasta la tercera interpretación que Numan comenzó a cantar, con una voz ronca y grave que distaba de su timbre nasal característico. Su carrera había sido inconstante, pero años después se hallaba por vez primera entre mexicanos. Ahora éramos los jóvenes que en su momento de auge ni siquiera habíamos llegado al mundo quienes le rendíamos pleitesía, a pesar del tiempo y la diferencia generacional.
Numan no gozó de éxito comercial en su momento, excepto cuando lanzó el sencillo “Cars”, pero se reconocía su influencia y aportación musical en artistas como Marilyn Manson y Trent Reznor y gracias a su reciente alianza con este último, en presentaciones especiales, fue como resurgió de las cenizas para las generaciones que escuchan su música mediante el mp3. Él ya no era el joven andrógino de mirada adusta que imitaba a David Bowie. Ahora contaba ya con cincuenta y dos años que eran evidentes en sus facciones, pero su genio musical había madurado y se plasmaba en canciones como “Airplane”, “Metal”, “Tracks”, “Films” y la imprescindible “Cars”, las cuales sonaron esa noche ante un público pequeño y frenético y una emotiva interpretación coreada al unísono de “Are Friends Electric?”, surgida con su primer proyecto musical, Tubeway Army, y de ahí, un encore.
En la segunda parte del concierto se expelía más estridencia y testosterona, había menos sintetizadores y más rock de quien sentó las bases de la música neo industrial, en discos como Pure (2000). Tras una hora y tres cuartos, se despidió con “A Prayer for the Unborn”.
Esa noche había algo que me motivaba a buscarlo después del concierto, más allá de un afán reporteril. Deseaba ver de cerca a un hombre que me despertaba una extraña fascinación. Los vigilantes de la puerta del camerino fueron descorteses y nos impidieron el paso. Tras una hora de espera, nos echaron. Otras tres chicas, un chico y yo decidimos buscarlo a la salida del Lunario. Una de ellas era Nilda, una joven darkie que había viajado desde Buenos Aires, Argentina, para presenciar el concierto; su vuelo duró más de trece horas y continuaba con los estragos del jetlag. Bastaron quince minutos para que aparecieran primero sus músicos y, posteriormente, el cantante.
De cerca su mirada no era lóbrega, como solía aparecer en las portadas de sus discos y videos a inicios de los ochenta; en persona, sus ojos azul grisáceo lucían dramáticos y denotaban a un alma noble que juega a hacerse ruda, a un hombre de más de cincuenta años en busca del segundo aire, en pleno 2010, a treinta años de distancia de sus mejores épocas. Nilda le contó su hazaña y quedó asombrado. Los fans que supieron esperar obtuvieron autógrafos y fotografías privilegiadas. A esa hora de la madrugada el frío calaba fuerte, pero la espera había valido la pena. “Estás temblando”, me dijo una de sus acompañantes. Numan y sus músicos habían quedado complacidos esa noche y en sus propias palabras tienen planes de volver el próximo año a México, una vez que terminen de grabar su nuevo disco.
Gary abordó una camioneta negra, con rumbo desconocido, y Nilda y yo nos dirijimos a un bar de la colonia Roma, donde departimos hasta altas horas de la madrugada para revivir la gran experiencia que vivimos esa noche.
Publicado en La Mosca en la red
viernes, noviembre 12, 2010
Alison Goldfrapp
lunes, noviembre 08, 2010
sábado, noviembre 06, 2010
A Bertha en su primer aniversario
lunes, noviembre 01, 2010
( )
Goldfrapp
Me encuentro en casa de mis papás, en el lugar en el que viví hasta los 22 años y están bien (creo) aunque yo ya no estoy aquí. Hasta ahora no ha pasado nada malo...como la última vez. Pero me asomo por la ventana...y veo que ellos siguen ahí.
Esto es Torreón Coahuila.
Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.
ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS ...
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