Agosto, 2009 (Periódico Kiosco)
La ética resulta una práctica difícil de ejercer, especialmente en cuanto a niveles periodísticos se refiere. Cada día se está en pos de una primicia y una nota escandalosa en medio de filtraciones y notas sin fundamento, mientras que el reportero se debate entre el “deber ser” y el “deber moral” callando o divulgando información de carácter confidencial que pudiera cimbrar las mentes de la sociedad.El periodista colombiano Javier Darío Restrepo, cuya trayectoria de más de 50 años le ha concedido la facultad de ser una de las voces más aptas para hablar sobre el tema, ha visitado México en diversas ocasiones y ha impartido talleres y conferencias alusivas.
Además, su trabajo como maestro de ética en la Fundación Nuevo Periodismo Latinoaméricano (promovida por Gabriel García Márquez en 1994 con el fin de compartir experiencias e impulsar la vocación periodística entre los jovenes); le ha llevado a recorrer los recovecos de América Latina y Norteamérica. Actualmente se desarrolla como columnista de los diarios El Colombiano de Medellín y El Espectador de Bogotá. Ha publicado “Del misil al arado”, “Más allá del deber” y “El zumbido y el moscardón”, (Fondo de Cultura Económica, 2004) frase acuñada para la ética que debe ir a la par del trabajo, según el punto de vista de su compañero García Márquez.
—¿A qué se debe su insistencia en la ética profesional?, ¿se trata de un asunto moral, religioso o filosófico?
—Es cuestión de dignidad personal. La ética la fortalece. Además es cuestión de darle sentido a la vida y a la profesión. Sin ética ni lo uno ni lo otro adquieren un nivel mínimo de dignidad.
—¿Qué representa en su vida un dilema ético?
—Los dilemas se convierten en un ejercicio que sensibiliza hacia los valores éticos. Además son un método de aprendizaje de lo ético.
—Así como Aristóteles y Fernando Savater han heredado principios éticos a sus hijos ¿Qué le hereda Restrepo a los suyos?
—Una vida de honestidad.
—¿Ninguna noticia vale lo suficientemente la pena como para arriesgar la vida de un periodista? En su caso ¿Hasta que extremo ha llegado por informar?
—Seguir informando a pesar de las amenazas.
—¿Qué sucede en la actualidad que el periodismo impreso vive una crisis en que se vende y se lee menos? ¿Representa una muestra de la baja calidad de los periodistas o que la apatía por la ética es un efecto de ello?
—Las razones que explican la falta de lectura son múltiples. Puede ser la atracción de la televisión o el ritmo con que se vive, o que estamos más volcados hacia fuera que hacia adentro; o que los periódicos y revistas se han vuelto prescindibles. Las causas son múltiples.
—El periodista mexicano Manuel Buendía decía que la calidad del periodismo radicaba en el exceso de escuelas que imparten la carrera de comunicación con egresados innecesarios ¿la sociedad requiere de tantos reporteros como de médicos, ingenieros y abogados?
—Es un hecho: hay exceso de facultades de comunicación, hay exceso de egresados; hay una identidad profesional débil.
—¿Qué cualidades debe llevar un periodista de los tiempos modernos ante la adversidad del Internet, la escasez de ventas, la necesidad económica, la apatía y el dilema ético?
—Internet ha puesto de manifiesto las debilidades del periodismo escrito y ha revelado que el periodismo es sobre todo análisis y comprensión integral de los hechos. Por tanto el periodismo que sobrevivirá es el que sepa explicar lo que sucede.
—¿Considera que “el deber ser” del periodista se ha relegado a la cuestión económica personal y empresarial del medio?
—Atrás dije que hay una identidad profesional débil. Cuando el periodista no sabe por qué y para qué se ejerce la profesión, aparecen los sustitutos: el periodismo como camino corto hacia la fama, hacia la riqueza, o hacia el poder político. Todas son falsificaciones del deber ser.
—¿Cree que el contenido de los medios de la actualidad hace que sus consumidores se sientan mejores personas?
—En algunos casos sí. No son los más comunes, pero sí hay periodistas y publicaciones periódicas que contribuyen a la aparición de mejores personas y de una mejor sociedad.
—¿Por qué todos nos quejamos de la corrupción de los medios y no hacemos nada por remediarlo?
—Porque es más fácil decir que hacer, juzgar a los otros que juzgarnos a nosotros mismos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario