Publicada en el número de agosto de Revista Variopinto
El
escritor peruano Mario Bellatin se ha deshecho de las computadoras para crear
su nueva obra en un iphone. Una
historia con tintes autobiográficos donde sus mascotas, el capitalismo y la
nueva tecnología los convierte en sus nuevas piezas para jugar.
Sus
galgos recorren la sala de su casa en la colonia Juárez como queriendo
atestiguar la entrevista a la que no están invitados. Mario Bellatin articula las
palabras “¡Fu Manchu”! -refiriéndose a aquel personaje literario- monje
oriental-para echarlos mientras me ofrece pan y café para acompañar la charla.
Para
su nueva obra El hombre dinero, Bellatin
recurrió a un iphone en el que
redactó sus textos dejando atrás toda computadora o lap top que considera herramientas obsoletas. En su nueva historia trata
de mezclar elementos de realidad con ficción e incluir situaciones relacionadas
con el dinero, el poder y personajes reales como la actriz Jessica Lange y su ex
marido, el fotógrafo español Francisco “Paco” Grande, así como un cura llamado
“Felipe”, al que conoció durante su etapa de estudiante en un colegio religioso.
“Lo
que me importa a mí es el juego de verdad-mentira-mentira-verdad que hace que se
cree un juego de narrativa. Yo como autor sé que eso interesa al lector. Lo más
difícil es que sea el universo de lo que se está planteando. Lo más importante
es la ficción que la misma escritura que crea sus propias reglas para poder
existir, independientemente de lo anecdótico, de lo circunstancial. Ese en el caso de este libro
donde incluso aparece el asma, que me dio hace dos semanas, y tuve que tratarme
con spray”. Explica que incluyó una situación relacionada con esta enfermedad- la
cual padece desde hace tiempo- y después de terminar el libro sufrió de un
ataque.
¿Tú consideras que hacer
una novela en un iphone es el nuevo
paso?, ¿cómo escritor ya no se tiene que recurrir a la libretita o incluso a
las servilletas como JK Rowling?
Es
mi nuevo paso. Nada de lo que hago espero que sea una verdad. Hay ciertos
autores que piensan que sí y tratan de crear escuela. Una vez que entras a
estos aparatos es muy difícil salir; yo ya no puedo volver a la máquina de
escribir con la que hice cuatro libros y lo mismo con la computadora. De alguna
forma siento que es una escritura más íntima y tengo la impresión de que se
hace un vínculo más estrecho con la palabra escrita y una rapidez mayor que con
un teclado. Tampoco fue una decisión deliberada, si no que de pronto sin darme
cuenta el iphone se me hacía más
cómodo y práctico; podía salirme de la casa y seguir escribiendo. Ahora me
dedico solo a escribir sin necesidad de un estudio ni de un lugar
especializado. Antes con la máquina, la cinta, el corrector, era todo un ritual
y esto es muy cotidiano y si estoy de pie en la fila para algo escribo ahí.
Las
mascotas de Bellatin continúan merodeando en la sala a pesar de que su
propietario les vuelve a gritar “¡Fu Manchu!” para que se retiren. “Pérez”, uno
de los curiosos galgos que se acercan a olfatear a la entrevistadora, insiste
en permanecer. Uno de los nuevos
escenarios para escribir del autor es en La Marquesa, a media hora de su
domicilio, donde aprovecha para llevar de paseo a sus perros a quienes su amo
les dedica unas líneas.
Me salta la duda de cómo
sería establecer tiempos para escribir y tener la practicidad sin que esto se
vuelva algo obsesivo.
Sí,
hay que tener cuidado. Lo más difícil para mí fue tener horas de escribir,
poder hacerte un espacio de una rutina de escritura. Incluso hay oficinas
especializadas para eso. Es un fenómeno en el mundo lo de las oficinas falsas.
Aunque el tiempo es tuyo hay freelancers
que trabajan en casa y no hacen nada hasta que les dan las 8:00 pm y siguen en
pijama. Ahora han creado lugares de oficinas para que vayas a las 9:00 de la
mañana y trabajes hasta las 5:00 de la tarde porque se ha demostrado que la
casa es muy traicionera. Yo tuve que crearme mi propia rutina y
ahora la puedo romper.
En lo que respecta al
tema del dinero, no sólo por el protagonista, veo que tiene un papel importante
y la ambición. ¿Tiene que ver con alguna crítica social?
No
tengo una teoría, pero sí me gustaría que lo que hago es señalar que hay un
problema social que cada vez se está volviendo peor con víctimas y victimarios.
Yo salí con una idea de lo que el capitalismo ha cambiado. No sé en qué momento
en concreto y tampoco veo que haya una teoría que lo justifique. Hay cambios
sutiles donde consumimos por encima de nuestros deseos, pagamos por cosas que
no utilizamos y una serie de mecanismos que se vuelven más sutiles de abuso de
parte de este neo capitalismo que produce efectos devastadores. El costo de
ellos son muchos muertos, victimas dolor y tampoco entiendo muy bien el por qué
hay una especie de acumulación de capital. Una acumulación constante por el hecho
de la acumulación y que tenga tantas víctimas me parece perverso extraño, es
incomprensible. No encuentro la lógica.
¿Un escritor se forma en
las aulas? Te lo pregunto por la escuela que tenías ¿qué fue de ese proyecto?
La
escuela decía que no se puede enseñar a escribir, ese era uno de sus slogans,
pero se puede ser mejor persona y tener más información de manera natural. Este
era un espacio donde podías acercarte a la mayor parte de los autores para
trabajar con ellos durante nueve horas y eso ya es mejor que no hacerlo. Cerró
porque era un experimento, una obra mía más. Duró 10 años, el tiempo previsto a
que durara y funcionó como quise que funcionara como un sueño hecho realidad,
como un libro. Un hijo que quiere ser es poeta le pregunta su padre de qué va a
vivir, más bien su temor es que sea un marginal. Si tú me preguntas que si es
mejor que haya o que no haya escuela es mejor que sí en lugar de estar en casa
siendo discriminado por la familia o hasta los amigos. También puedes ser
doctor o un ingeniero y de todos modos morirte de hambre si no encuentras
trabajo…
“¡Pérez,
yo no sé porque estás desobedeciendo!, ¡sal de aquí!, ¡Fu Manchú!” La
disertación de Bellatin se interrumpe una vez más por la presencia de su perro,
su compañero doméstico y personaje de historias. Bellatin reflexiona sobre su
vocación literaria desde su origen peruano hasta donde lo ha llevado el día de
hoy en México:
“Yo
soy escritor porque seguí en la lucha. Cuando era más joven conocí a gente que
lo hacía maravillosamente y fueron abandonando el camino, por varias razones,
se casaban, buscaban otro trabajo y yo seguí ahí terco. Yo nunca he dicho lo
que hay que hacer, yo escribo en iphone
o en ipad porque a mí me da la gana”.
Sabes bien hacia dónde vas entonces…
Lo
único que sé es lo que siempre supe: que quiero escribir. Eso lo sabía desde
los 10 años y ha variado. Si lo mío es literatura o no te sugiero que compremos
diez litros de café y nos la pasemos aquí discutiéndolo. Yo entiendo al
personaje de Jack Nicholson en El
resplandor del hecho de escribir por escribir se vuelve algo patológico.
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