¿Alguna vez les ha pasado que por comprar un boleto barato les sale gato por liebre? Pues en mi caso, por segunda vez en el año estos hijos de puta me la volvieron a hacer. En un afán de llegar a Torreón a la cena de Nochebuena con la family, la agencia de viajes de mi trabajo me vendió un boleto de ida ¡en 800 pesos! (lo equivalente a una transportación terrestre), y yo, como inocente palomita, caí.
Todo fue alegría y felicidad hasta que llegué al aeropuerto Benito Juárez del DF a documentar el equipaje y el dependiente me dijo ¡que no tenía asiento asegurado y era probable que no abordara el vuelo! Se me quisieron caer los calzones de la impresión porque nadie me advirtió tamaña situación "¿Y a mí que con que hayan o no hayan vendido boletos?" Le dije al fulano. Llegué a la sala de abordaje a las 3:20pm (el vuelo salía a las 4:15pm) y de nueva cuenta me explicaron que la aerolínea había sobrevendido boletos y por ende, había pasajeros como yo que estaban en "stand by".
Al final los muy pendejos propusieron que 8 personas canjearan "voluntariamente" su viaje hacia Durango y posteriormente llevarlos a Torres vía terrestre ¡haganme el chingado favor! (Ni que fueramos los buenos samaritanos). 9 personas y yo nos arremolinamos para reclamar nuestro asiento en el viaje que estaba por salir. "¡Yo no me voy al día siguiente!", le increpé al dependiente y no sé de que modo lo resolvió pero pudimos irnos todos. Me metieron hasta el último asiento, pero yo lo que quería era llegar a Torreón. El aterrizaje fue lo mejor, pero ahora si, ni madres que me subo con los mentados Aeroméxico, ahí les paso el dato.
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