Mi primera vez en la Expo Sexo

Pues sí, aunque no lo crean por alguna u otra razón no había podido acudir a este lugar; y eso que los que me conocen dicen que soy bien "pata de perro", pero pues hasta ahorita se me hizo.

Sin pensarlo mucho caí un sábado por la noche, llovía en casi toda la ciudad. Y la verdad, cuando llegara pensaba encontrar a una horda de hombres jariosos babeando cuales perros en tiempos de hambruna, pero para mi sorpresa no había ya tanta gente a esa hora y los pasillos estaban muy transitables.
Al llegar al lobby encontré a unos enanos bailando, para los gustos más kinky, y unos glamorosos aztecas. Y en el pabellón de lado izquierdo una pornstar morena y tatuada sobre una tarima cuyos fans esperaban formados impacientemente por una foto suya ¿y por qué no? una manoseadita. Al verme el tipo de seguridad me pidió que subiera y yo, tan virginal en ese momento, me saqué de onda, pero accedí y sonriente posé a lado de Daisy Cruz.

Me habían contado que la expo estaba gachona, pero yo acudí con un afán de morbo y curiosidad y no me importó estar sola. Encontré una sala de dizque sexo en vivo por 100 pesos (además de los 220 que ya había pagado de cover) y los méndigos no aceptaban otra forma que no fuera efectivo. Al intentar acudir al cajero fue en vano, toda la bola de calientes ya habían vaciado las arcas, así que si alguien vio ese show cuénteme qué tal estuvo. A un lado encontré un mega table dance con un costo de 60 pesos, como ya no traía mas que mi tarjeta de débito me metí clandestinamente para ver a las morras, algunas lo hacían mejor que otras. Una de ellas llevaba un "outfit" de novia de boda que me gustó, pero sus bailes...mmm. Y otra más en la orilla izquierda de la pasarela que no pelaban mucho pero la armaba chido puesto que comenzó a coquetearle a un tipo sentado en una silla de ruedas que curiosamente se paró cuando ella se acercó a él...y pensar que iba acompañado ¡de sus papás! que empujaban la silla. Eso sí es ser consentidores.

En otro extremo del pabellón encontré otro striptease pero de hombres, lucían retecachondos y sabrosos. Algunos eran extranjeros, ucranianos o hasta tapatíos. Buena importación de carnes. Las viejas armaban harto desmadre y algunos caballeros también permanecían ahí en silencio sin miedo aparente de ser señalados como putitos, hasta algunos me entorpecían la vista con sus celulares y cámaras. Chale.

De ahí en más seguí recorriendo los pasillos y encontré una gran cantidad de sex shops para fetichistas de todo calibre; intenté comprarme unas medias y sucedió que mi tarjeta fue rechazada. Más chale. También se hizo presente una pequeña sucursal del "Woman's club" donde un tipo me condujo a una mesa y quería que a wiwis consumiera una bebida...y salí huyendo, pero no porque, tampoco, aceptaran tarjeta, sino porque sus strippers estaban feos, hasta con espinillas en la cara. Y al abandonar en lugar detecté la mirada de uno de ellos sobre mí.

Antes de irme descubrí otra tarima con otra pornstar rubia, delgada y muy bonita completamente desnuda que provocaba que los hombres a su alrededor casi aullaran, cual Helena de Troya posmoderna. Hasta las viejas feas subían para agasajarsela y los flashazos estaba a todo lo que daba...descubranlo en los periódicos amarillistas al día siguiente. Kagney Lynn Carter era su nombre.

No es que no me haya gustado la Expo Sexo, al menos ya satisfací mi curiosidad, pero pues hay que desembolsar un varo, y todo es bien softcore, muy fresa creo yo. La líbido es muy buen negocio. Tal vez los mexicanos no tenemos la mente tan abierta como en otros países y de este modo es como desfogamos nuestros placeres y nuestras ganas de sentirlos. Esperemos que no la quieran cancelar el próximo año, según promovieron algunos politiquillos mochos del PRI.