Hay quienes aseguran que quienes trabajan como periodistas “freelance” o independientes, son quienes profesan verdadero amor al oficio. En el caso de México ¿quien querría someterse por su propia cuenta a uno de los empleos peor remunerados, inciertos y desprotegidos que existen? Sería como estar loco de remate.
Ejercer el periodismo es como estar enamorado de la persona equivocada a la que aún así se desea aspirar a pesar de las adversidades. Lo cierto es que las grandes empresas mediáticas muestran mayor desdén a los reporteros y buscan contratar menos personal y reducir su nómina al máximo tanto para quienes le dedicaron años de esfuerzo, como para los jóvenes neófitos que persiguen una oportunidad laboral. Ahí está el caso de Editorial Televisa, que desde que ha sido manejada por Javier Martinez Staines, ha ido en declive cerrando publicaciones como Teleguía, Buenhogar y otras más del panorama periodístico.
En fechas recientes, finalizó una etapa para otro medio impreso con una larga y considerable trayectoria como La Mosca en la Pared, revista de rock que durante 14 años de vuelo aterrizó en un lugar incierto. Las razones siempre son las mismas: falta de sustento económico y publicidad. Algunas veces se especula de atentados contra la libertad de expresión, es cierto en muchos de los casos, pero no se debe generalizar.
Desafortunadamente, el dinero queda en un primer plano menospreciando la verdadera labor periodística ¿Cuál es la alternativa para el reportero víctima de estos recortes?, dedicarse al “freelance” como medio de subsistencia, es como un salto al vacío, ni mas ni menos. De este modo sólo queda trabajar por cuenta propia, quedando exento de los beneficios que se gozan como empleado de planta con seguro médico, aguinaldo o caja de ahorro, prestaciones que se buscan con ahínco de manera prioritaria en cualquier empleo. Como si no bastara, el periodista debe someterse a largas penurias por la demora de los pagos, casi siempre pequeños.
A su vez, son pocas las organizaciones no gubernamentales que pueden extender apoyos, como el caso de la británica RoryPeck Trust en convenio con la Fundación Prensa y Democracia A.C. De México, cuyo proyecto de “Buenas prácticas” ha tenido una exigua difusión, o en su defecto, una limitada convocatoria. De este modo, el trabajo independiente se vuelve una práctica cada vez más común y más precaria, en México. También existe el dilema de los derechos de autor en articulos y reportajes que se publican en otros medios firmados bajo el nombre del autor sin que se le pague su debida regalía por la distribución.
El periodismo ya no se fabrica en las calles de Bucareli y Reforma del Distrito Federal, donde brotaron nombres como Manuel Buendía o Julio Scherer, ahora ha emigrado a las colonias del Valle o de la Condesa donde pequeñas editoriales independientes buscan abrirse espacio contra los grandes consorcios. En ocasiones resulta exitoso, en otros no.
Algunos periodistas que ejercen en la actualidad como “free lance” expresan su testimonio: Eduardo Limón, quien ha colaborado en publicaciones como Eme Equis, La Revista y La Mosca en la pared, ha laborado durante 16 años pese a que ha tenido empleos fijos en otros medios: “Estuve en la revista del periódico El Universal. Varios miembros de la redacción renunciamos por un severo problema de censura que nos obligó a tomar esa decisión. El enorme ‘pro’ dentro del free lance es la libertad de elegir tus temas y, en muchos casos, el tratamiento que les darás. Escoger tus tiempos es también un gran valor del free lance. El inmenso ‘contra’ es la irregularidad en el ingreso, definitivamente. El ingreso varía mucho dependiendo de las entregas y los benditos plazos de pago. Lo importante es que puedas pagar a tiempo tu renta y comer a tus horas”.
Limón no cree que el “free lancer” sea el auténtico periodista de formación: “Primero habríamos de definir qué es ‘el auténtico periodista”.
Por su parte, Victor Bustos, reportero y fotografo de espectaculos, ha ejercido una trayectoria en Multivisión, el suplemento cultural de Por Fin de El Universal y la revista Cinemagazine, entre otras. “Tal vez que hay lugares que buscan un nombre un respaldo para que puedas obtener acreditación, no pasa así en el extranjero donde el freelance no se le ponen tantos obstáculos”.
En cuanto al profesionalismo que implican las libertades de trabajo menciona lo siguiente: “Muchas veces ahí se han labrado importantes trabajos periodísticos cuando el periodista tiene la libertad de buscar sus fuentes y temas. Sin embargo siempre debe existir a quien proporcionarle resultados”.
En otros casos, existen periodistas que desarrollan trabajos alternos como Rogelio Villarreal quien ha laborado desde hace más de dos décadas como “free lance” y a su vez ha ejercido la dirección de revistas como La regla rota, La pusmoderna y recientemente Replicante, sin dejar de publicar en periódicos como Reforma y revistas como Metapolítica. Villarreal encuentra obstaculizante la competencia excesiva, el oportunismo de otros reporteros improvisados y el mal pago. “De ninguna manera un ‘free lance’ es un auténtico periodista. El periodista profesional se hace con base en varios factores, como el medio para el cual trabaja, sus convicciones y principios, sus percepciones económicas, su independencia de criterio”.
De este modo se puede deducir lo poco valorado de este oficio, en especial si se ejerce de forma independiente lo cual no deja de ser paradojicamente admirable, temerario y aleatorio. Los nuevos cánones de la economía y la sociedad apuestan por un futuro mediaticamente incierto ¿hacia donde depararán si no es a un destino con más dudas que respuestas?
5 comentarios:
Sin contar que ahora es una de las profesiones más riesgosas en este país...
Felicidades, admiro tu forma de escribir.
Saludos, ER
Muchas gracias por leer.
Muy bueno tu articulo, respetable el trbajo de los freelance
Muy bueno tu articulo, el trabajo de los freelance es muy respetable y admirable en ciertos casos
Me agrada tu nota, muy cierta y poco comentada, muy respetable.el trabajo de los freelance
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