¿Por qué seis años forzosamente remiten a un sexenio presidencial? Creo que la vida se puede medir en mucho más que eso...
Estoy agradecida con la vida por haberme permitido emigrar al Distrito Federal en un día como hoy de 2007. Torreón mi ciudad natal se quedó atrás, aunque no totalmente. Nadie hubiéramos imaginado nunca las proporciones monstruosas que adquiriría su situación social que hasta la fecha subsiste como una invasión de orcos.
Esta ha sido una gran etapa de aprendizaje, madurez, autosuficiencia. Una lección que ha implicado otro tipo de renuncias, conformismos, cambios drásticos y aprender que la vida es más efímera de lo que parece y que hay cosas que se deben dejar atrás, despedir a los familiares fallecidos, cerrar ciclos, experimentar trabajos, gente, amistades, relaciones sentimentales. Y sin caer en sentimentalismos o cursilerías, creo que es necesario reconocer los logros obtenidos, los fracasos, las veces que me han mandado a la chingada y las veces que lo he hecho yo con otros. Pensar que quizá la ciudad me eligió a mí y yo tenía que estar presente en la vida de otras personas y participar en sus proyectos, proveerles de mi amistad y cariño.
¿Cuánto tiempo más seguiré aquí? No tengo ni idea. ¿Volvería en algún otro momento a Torreón? Claro que sí. ¿Emprendería la aventura hacia otro lado? ¡Por supuesto!
Así que este día simplemente sonreíré...y seguiré trabajando para llegar a la meta...
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