Hoy que perdió la selección mexicana contra Holanda me acordé de una anécdota:
Me encontraba vagando una tarde por el barrio de Covent Garden en Londres cuando se me antojó un café. Busqué por doquier, pero todo resultaba exageradamente caro para mis exiguos bolsillos, desde las bebidas hasta los cupcakes. Cansada de no encontrar una opción que se ajustara a mi pobre economía, decidí entrar a un aburrido Starbucks y pedí un americano, suficiente como para leer un rato el diario vespertino y escribir un poco en mi diario personal. La cafetería se encontraba llena por lo que solo hallé de suerte una mesa con dos lugares disponibles.
En eso, se acerca un hombre muy bien parecido:
Eh, may I sit down here?- Me pregunta.
Al ver que no era de malos bigotes, accedí. Era delgado, alto, de piel muy clara y ojos azules, bien peinado y extrovertido.
Entonces, entre charla y charla me contó que era originario de Amsterdam, que residía ahí en Londres. Que conocía bien Estados Unidos pero no México. Le comenté que era un gran lugar y que algún día debía visitarlo, que yo me encontraba de viaje por Inglaterra pero estaba por volver a mi país. Dijo que iría a Nueva York por los días de navidad.
Oh, and what's your name? Le pregunto.
Me escribió en un mapa que llevaba del "underground": G-E-R-A-L-D
Se despidió de forma muy amable. No intercambiamos cuentas de correo, ni Twitter ni Facebook ni Skype, mucho menos teléfonos, ni siquiera quedamos en volver a vernos...
Quiero pensar que hoy se puso contento con el triunfo de su equipo...
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