Libando alegremente con los distinguidos ciudadanos Rogelio Villarreal (editor de Replicante) y Alberto su compa en el Bar LaRibiera en Torreón Coahuila...pa que vean de lo que les hablo.












¡¡TORREÓOON, TORREON!!....

Les voy a postear el artículo que escribí para la revista "Replicante" en agosto de este año bajo el nombre "Torreón , el Springfield del desierto" para todos aquellos que no tuvieron oportunidad de leerlo, esperen el siguiente número en febrero donde se publicará otro mío sobre el canto cardenche ¡EAAA!!...(espero opiniones y también mentadas de madre, plis)

¿Cuál sería la posición de Torreón Coahuila en la familia del norte mexicano? No tiene la pujanza de Monterrey, ni la historia de Durango pero tampoco el estatus de Chihuahua o la picardía de Tijuana. Una ciudad que estará celebrando su cumpleaños número 100 en septiembre de 2007 merece una distinción que vaya más allá del gastado slogan “la ciudad que venció al desierto”, pero que se durmió en sus laureles, debería agregársele.

Señalada como “Foco rojo”, terreno vedado para señoritas y zona menospreciada por autoridades panistas, La Alianza, mercado callejero de día, centro de perdición por las noches, se convierte en el lugar más enigmático y fascinante de la ciudad, donde bien podría establecerse un antro como el Club Silencio del “Mulholland Drive” de David Lynch. Lugar que alberga a la carne femenina barata que transita por la avenida Morelos como señuelo de los placeres sementales, donde los mayates y las vestidas pasean a merced de la lascivia.

Durante el día, el centro histórico de Torreón es un ir y venir de humanos que deambulan al ritmo de la estridente música de los vendedores ambulantes mientras una tolvanera les azota la cara, donde los jubilados y pensionados duermen la siesta en la Plaza de Armas olvidando de que en el exterior de sus sueños existe un planeta llamado Tierra. Por las noches no queda nada mas que basura, puestos improvisados de comida chatarra y tres testigos mudos de concreto, que igual han conocido a Pancho Villa y sus tropas en tiempos de la revolución como a chinos masacrados y a un sinnúmero de borrachos vagabundos que duermen a sus pies: El banco de La Laguna, el Casino de La Laguna, y el celebre Banco Chino, que resguarda en su primer piso una tienda Oxxo.

La breve vida que ha llevado la “Perla de La Laguna” la convierte en una ciudad con poco pasado que extrañar, sin iglesias ni pirámides que conformen su modesta historia sino canales, represas y ejidos. Tiene mucho presente por vivir y futuro por aspirar en su desmesurado afán de equipararse a la Sultana del Norte, de atraer inversiones extranjeras, malls y supermercados de talla internacional como un recién inaugurado HEB, que le otorguen una faz de ciudad primer mundista, nada mas irrisorio para una urbe que hace poco mas de 10 años no contaba ni con un Kentucky Fried Chicken sin olvidar que muchas edificaciones consideradas patrimonio arquitectónico fueron demolidas para dar paso a negocios como este.

Torreón tiene semejanzas con lugares pintorescos como Springfield, según un foráneo capitalino: cuenta con su propia planta contaminante como Peñoles, cuyo propietario Alberto Bailleres, uno de los empresarios más pudientes de México bien podría ser una especie de Señor Burns. El papel del “reverendo Alegría”, puede adjudicársele al sacerdote José Rodríguez Tenorio, polémico por sus nexos con la política priísta. Nadie como el veterano payaso “Vita Uva” como para ser Krusty, ídolo de infantes laguneros que antaño despertaban bajo la melodía “Me pecha cabecha”, sin dejar a un lado aquella memorable mentada de madre telefónica en voz de un irreverente párvulo.

Kent Brockman: mención especial para Víctor Hugo Hernández, ex director de “La Opinión Milenio” ahora miembro del Instituto Municipal de Transparencia, órgano del IFAI.

Por supuesto, no puede existir un Springfield sin un Shellbyville que sería en este caso Gómez Palacio Durango, la eterna amiga y rival, con la diferencia de que es aun más kitsch y bizarra, siempre viviendo bajo la sombra de su vecino.

La historia de Torreón, de igual modo está plagada de tropiezos: mientras que no se define si su fundador es el criollo alemán Andres Eppen o el advenedizo español Leonardo Zuloaga, de quien tuvieron la osadía de exhumar su osamenta para una exhibición pública, las calles trazadas por el arquitecto Federico Wulff provocaron la confusión de los albañiles mexicanos que no determinaron si eran pies o metros a inicios de siglo, he ahí la peculiar anchura de las avenidas Matamoros, Juárez, Morelos e Hidalgo.

Torreón: tierra de “Los Chicos de Barrio”, los tajos llenos de cagada, de los cerros bien pelones y un calor de la chingada.

Tierra de etnias alemanas, chinas, españolas, y arabe palestinas que se adjudican el papel de fundadores e inmigrantes zacatecanos, potosinos y duranguenses relegados por las páginas de los cronistas.

Tierra del Santos Laguna y del “Estadio Corona”, santuario de hombres que suspenden su juego personal llamado cotidianeidad para ver jugar al equipo. Tierra adoptiva del venerado Jared Borghetti que bien podría estar dentro del paseo de los hombres ilustres de La Alameda Zaragoza.

Tierra de la Soriana refugio de las víctimas del salario mínimo, tierra del modismo “¡ande no!” de la Leche Lala, explotadora de mantos acuíferos, de la tienda departamental “Cimaco”, donde la limitada “aristocracia” realiza sus compras para ser fotografiada para las paginas de sociales del periódico “El Siglo”.

Tierra de Peñoles, planta metalúrgica propagadora de enfermedades sanguíneas y bronco pulmonares para miles y una máquina de hacer billetes para pocos.

Tierra engañada por una broma en la que supuestamente se instalaría un Disneylandia. Aun hay quienes no pierden la esperanza de invitar a Mickey Mouse a desayunar menudo un domingo por la mañana.

Tierra celebre por su zona de tolerancia a nivel nacional, en memoria suya que no alcanzó a cumplir mas de 40 años y fue sustituida por la autoridad panista pare rendirle tributo a su estirpe mediante el “Parque Fundadores”.

Tierra abrazada por el Cristo de las Noas, replica del Cristo de Corcovado de Brasil. Siempre al acecho de sus acciones, con sus brazos abiertos para todo aquel que requiera de una bendición. Solo basta con mirar al cielo y orar esperando que las señales de las antenas de televisión establecidas en el cerro no distorsionen el mensaje del Hijo de Dios.

Tierra de ferrocarriles y algodón que cumplirá 100 años en 2007 y que aun no decide como celebrará: si su comité organizador de acaudalados empresarios echará la casa por la ventana contratando al Real Madrid para que juegue una cascarita en el Estadio Corona o con un modesto desfile como el de las festividades de Gómez Palacio.

Sea lo que sea, sus ciudadanos bien podrían optar por una modesta ceremonia como la de cualquier fin de semana: en alguna cantina de La Alianza o del centro de la ciudad comiendo algún plato de ceviche escuchando la rockola y mitigándo el cansancio laboral con el sabor de una cerveza Corona.

Sirena de alcantarilla

Si hubiera un premio a lo peor a internet este ganaría

EN GUADALAJARA FUE, EN GUADALAJARA FUE…

Yo pequeña provinciana tan acostumbrada a los espacios reducidos, al poco tráfico y a las distancias cortas me encontraba en una urbe cada vez más salvaje. Como hace 7 meses regresé a una de mis ciudades favoritas: Guadalajara. Es que, la neta tiene un clima muy agradable, unos eventos culturales excelentes y lugares bien chidos para pistear además de poseer la buena estación RADIO BU, o RADIO U, mas bien. ¿El pretexto? la XX Feria Internacional del Libro con Andalucía como invitada de horror. Nunca había acudido antes y el primer día ya me estaba mareando con tanta gentuza jaja.

Pues si, esta vez la sirenaalcantarillosa se fue a dar el rol por los confines tapatíos que tanto había anhelado en este Polvorreón (Torreón) caluroso, ventoso y terroso (bueno caluroso de momento no pero ¡ah que feo es el clima en verano!). La aventura comenzó el martes 28 de noviembre a las 6:30 am cuando de repente el camión llegó antes de tiempo, lo cual estuvo poca madre. A las 9 estaba en casa de Lula y me eché una jeta interminable ya para la tardecita se me hizo conocer a mi cyber amiga Jenny durante una conferencia del cocono de Guillermo Fadanelli, vi a Toñito Cronotopo y a Fer Fiera que luego se me extraviaron. Esa noche Jenny y sus amigos le caímos al bar "Santa" donde me enteré que la dj Chloe Harris tocaría la noche siguiente...chale no la ví pero no creo arrepentirme porque para entonces nos echaríamos una tragazón formidable en Karnes Garibaldi con los de la revista "Metapolítica" presentados por cortesía del buen Rogelio Villarreal. Este restaurante cuenta con el record de 13 segundos en servir un platillo completo, jaja bien incrédula yo hasta que me acerqué a ver el certificado de la pared para comprobarlo.

¡Que feo!, ¿por que será que Lula vivía tan lejos? Tenía que hacer a veces hasta una hora de camino desde el estadio Jalisco que es por donde vive hasta la expo, como la primera noche en que Oscar me dio ride. Pero no me puedo quejar, Lula fue muy amable conmigo. Ya estando en tapatilandia me sentí más cercana a la ciudad, sabía que autobuses tomar, me quejaba de las altas tarifas de los taxis y hasta ya mentaba madres porque el trafico del sábado por la tarde era terrible. Extrañamente nadie me cuestionó esta vez mi peculiar acento norteño como me pasa siempre que viajo al sur. Los días siguientes de la FIL lucían un poco monotonos, excepto por la fiesta de periodistas en La Mutualista. Así que incentivada por el compadre Victor Bustos me llegó la noticia del festival de cine de Puerto Vallarta. Con solo una mochila al hombro y suficiente varo me dio por tomar un Primera Plus para allá el jueves a mediodía. ¡Cual sería mi sorpresa que el camino era más largo de lo que imaginaba!. ¡Chale!. Lo peor fue que no los encontré a él ni a Bañuelos "¿y ora que hago?, ¿donde voy a quedarme?". Un alma caritativa se apiadó de esta pobre andariega y le ofreció una habitación (pa mi solapas, claro) en el Hotel Belmar a donde después me fuí al supe fresa Bar Hilo.¡Uhhh! estaba atiborrado de gabachos rucos. Con lo bien que me caen, creo que soy antiyanqui jajaja.

Total, intenté platicar con los mandamases de Cinemark pero no me pelaban mucho, solo un chavito gay que me cayó de pelos: Dhany. Lo bueno es que al menos me dieron tickets para pistear gratis ¡Bailey's, Buchanan's y Cervecita Guinness!. A huevo que los aproveché.
Ironicamente esa noche habían jugado las horrorosas Chivas contra los motherfuckers aguiluchos del America. "Si me quedo se va a armar el desmadre", pensaba. De todos modos allá andaban haciéndolo, mientras caminaba por el malecon los autos pitaban, la banda gritaba y ya comenzaba la peda. Pasó un auto chiva y me gritó obscenidades, a lo que yo les menté la madre con todas mis fuerzas jajaja. Estando en el "Hilo", Dhany me llevó a otro antro "de ambiente" que se llamaba "Mañana", infestado de gringos puñalones (¡otra vez!) y escasas manfloras. Dhany me contaba sus penas amorosas mientras pisteabamos y de repente que comienza el show travesti: imitadores de Gloria Gaynor, JLo y Jessica Simpson (la neta creo que este fue el más chido aunque ella me caiga gorda) Nos fuímos de ahí como a las 4am y el desmadre del clásico de clásicos seguía.

La mañana siguiente sería la toma de posesión de Feli-pillo Calderón, probablemente la de mayor raiting en los últimos años jajaja. ¡Que chistoso espectáculo! parecía una película de mal gusto. Hubiera estado chido quedarme en Guanatos para presenciar lo más bizarro en una sola semana: la FIL, el clasico y la toma de poderes jajaja, ¿por que será que dicen que México es tan surrealista?. Pero si, después de satisfacer el morbo la sirena se fue a la playa a tomar el sol. (Ojalá fuera lo suficientemente valiente como para hacerlo en pelotas, pero nanai.) Sentía la imperiosa necesidad de ver el mar, mi condición acuariana me lo reclamaba. Después de llegar a la Plaza Caracol por fin me encontré en el Cinemark a los distinguidos ciudadanos Victor Bustos y Fernando Bañuelos quienes me convencieron de quedarme esa noche porque ya pensaba retacharme. Vimos películas como "Viviendo con ballenas" y unos cortos ambientalistas medio jalados de los pelos, sobre todo porque había uno que se parodiaba a Star Wars ¡pero en versión verduras de supermercado! jajaja. ¡Que viaje!. Esa noche habría una premiación donde...otra vez libamos bebidas finas y hasta me tomé una foto ni mas ni menos que con el cineasta ¡Roger Corman!. Lo que pasó después no tiene mucho chiste excepto que me quedé en el super lujoso hotel Riu donde estaban hospedados en Nuevo Vallarta...pero su disco interior estaba de super hueva, por lo que preferí volver a la playa: ¡que bonita sensación del sonido de las olas, la arena suave y la luna rebosante!. Todo iba perfecto hasta que un güey se me acercó, parece que con intenciones ligadoras, pero nel.

La mañana siguiente desayuné con Bañuelos quien la noche anterior me echó un sermon que se que me servirá para toda la vida. "Soy como tu papa en estos eventos", me decía. (de algún modo si es cierto) Ellos se irían a Mascota, un pueblo que se menciona en la novela de Pedro Paramo y yo volvería a Guadalajara en un camión bien pinche. Pero al menos me salió más bara. Como les digo, el tráfico estaba de su puta madre y yo me desesperaba por llegar temprano a mi taller de periodismo con Miguel Angel Bastenier y Roberto Zamarripa. Llegué hecha la mocha al Hotel Hilton (ahora caigo en la cuenta porque Paris es una zorra VIP) y ni siquiera comí, solo galletitas y chesco. Ya me hacía falta tomar un buen taller, duramos 4 horas y media y no pude evitar reírme de un grupo de chamacos que portaban unas playeras naranja super ñoñas que decían: "Yo estudio periodismo" (¡¿Y a mi que, güey?!)
Parece que eran de la UDG o algo así. Entrevisté al malencarado de Zamarripa y busqué a Roger Villarreal y compañía en la expo. "¡Ya volví!", les dije a la banda de "Metapolítica" hice mi regreso triunfal ¡ea ea ea!. Llegaron un trio de chicos con pinta de "The Strokes" versión super intelectual, pero eran buena onda, eso si. No se porque llegamos a un barecillo de esos que tienes que consumir botella a huevo. Al menos las pizzas estaban ricas, yo con mis tripas pegadas al esqueleto todo me sabía bueno.

La siguiente parada tenía que ser a un antro más hardcore, ¡a huevo!. Fabiola, la chava del Dr. Cansino sugirió el "Angels" que dice el Viera es un lugar de culto en Guanatos. No era mas que otra disco gay (¡que chistoso!, ¿y cual de todos mis conocidos no ha salido del closet aun? jajaja) El ambiente estaba a madres, el Dj sí que mezclaba con pasión. Afuera había una extraña verbena en la Avenida Vallarta donde al final terminaron tocando cumbias norteñas mmmhhh.
"¡Ay, aquí hay puro puto!" se quejaba uno de los acompañantes, ¿pues que esperabas? jaja. Tomé un taxi en el que el amable conductor pretendió cobrarme ¡150 lanas!, porsupuesto lo mandé a chingar a su madre, a lo que recibí una cortés despedida, yo se la devolví, desde luego.

El día siguiente no pude levantarme temprano para ir a una conferencia a la expo, ¡ni modo, no se puede tener todo en esta vida!. Solo que volví sin resaca alguna al stand de "Metapolítica" y le propuse a la banda fueramos a la presentación de la crema y nata de los moneros: Rius, Hernández, Trino, Helguera etc...¡oh lástima! solo estaban el primero y el último. No importa, con esos bastó. Mientras Helguera disertaba sobre la contaminación por los gases metanos y la perdida de proteínas por el desperdicio de mecos, el maestro Rius opinaba:"La diferencia de Calderon y Fox es que él es más chaparro y más pendejo". "Ya mejor acabamos, el siguiente evento esta más interesante: va a a venir Luis Carlos Ugalde a dar una conferencia" jajajaj. Obviamente toda la banda estábamos cagados de risa.

Me siento muy satisfecha de haber logrado zamparme en aguas tapatías: compré buenos libros, conocí mucha banda, pude conocer Puerto Vallarta, adentrarme más en terrenos jalisquillos...yo no se ese afán de querer equipararse a los gachupines, ¡chale!, (hasta me dijeron por ahí que tenía cara de andaluza, ¿de perra andaluza? jajaja). Ya no fuí el toquín de Joaquín Sabina, ni me pude comprar el libro que quería de Oriana Fallaci, ni tomarme la foto conmemorativa de los 20 años (jeje) ¡ni presenciar el abucheo de la Sari Bermudez, carajo!, pero no le hace; al menos logré ver a mi banda y algo más. Es lo bonito de la FIL, siempre habrá gente interesante, con riqueza interior.