domingo, abril 26, 2009

Lo que unos cochinos puercos son capaces de hacer...


La rola que me acompañó en este extraño día en que vi a un ejército de enmascarados.

He visto muchas cosas locas y extrañas en mi vida (incluyéndome a mi misma) pero ninguna, NINGUNA como ésta: el metro repleto de güeyes con tapabocas al más puro estilo de pelicula de ciencia ficción o de terror kitsch. Me recordó tanto a la historia de "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago donde el mundo se queda ciego paulatinamente-o alguna otra de Ray Bradbury-, hasta la chafísima película de Robert Rodriguez, "Planet Terror", en la cual una extraña epidemia comienza a invadir un pequeño poblado convirtiéndo a sus habitantes en zombies que sólo pueden ser detenidos por una stripper coja (¡y que coja!) con su ex novio. Pero esta vez se trataba de una epidemia porcina ¡faltaba mas!

En fin, me desperté tardísimo tras pasar una noche viendo videos pendejos de "YouTube" (como lo estoy haciendo justo ahora con el churro de George Lucas, "Howard the Duck"). Así que tan rápido como pude, me dispuse a ir al Tianguis del Chopo sólo para buscar "The Golden Age of Wireless", el disco debut de ese guapo científico loco-preppie-nerd-geek,-pero muy devaluado- que me ha traído loca los últimos días: Thomas Dolby. Antes debía pasar por un cubrebocas, ¡y resulta que ya no había en las Farmacias Similares! ¡chale! Así que tuve que acudir a la "San Pablo" de Av. Universidad casi esquina con Miguel Ángel de Quevedo donde el gerente les estaba llamando la atención a las cajeras para que dejaran a $5.50 el paquete cuando la caja marcaba el doble ¡ja! Me dispuse a escribir en mi cubrebocas algo diferente: "LA INFLUENZA ME LA PELA". Todos en el metro desviaban sus ojos hacia mi, ¡porsu pollo!

No sabía que odisea me deparaba al intentar ingresar al metro tras las habladurías alrededor de la epidemia: que si era el peor foco de infección, que si ahí estaba la puerta al inframundo y mamadas por el estilo. Lo que vi fue decenas de personas con la mitad de la cara cubierta, como si se tratara de la última moda del momento, ni las pulseritas amarillas de Armstrong fueron tan populares. Tuve que transbordar a Buenavista mientras escuchaba a manera de soundtrack del día en mi mp3 player las rolas "Europa and the pirate twins" (del mismo güey, claro)."Airhead", "One of our submarines" y "Radio Silence". (No incluí "She blinded me with science" porque me tiene medio fastidiada).
La espera fue larga, ya hasta creía que el tren se había enfermado también. Hice mi aparición en El Chopo y para mi sorpresa, algunos de los darketos más rebeldes prefirieron quedarse en casita mientras que sólo unos cuantos le cayeron a diferencia de la cantidad de banda que normalmente acude. Busqué mi disco por varios puestos ¡y la mayoría de los locatarios ni sabían de lo que les estaba hablando, chale! Al final llegué con un cuate que vendía discos de acetato y fue el único que supo darme razones: "Ah si, debo tener alguno de Thomas Dolby, es que nadie lo conoce! (¡Más chale!) Me lo dejó en 100 pesitos y me pinté de colores hacia el Mercado de Sonora.

De nuevo, había que adentrarse en las fauces de un lugar cerrado, esta vez me subí al camión de a grapa que te deja en Balderas y de nuevo vi al ejército de enmascarados pululando: policias, niños, señores y señoras y casi hasta perros. Si se preguntan por qué fui a dos lugares tan opuestos fue por comprar un cactus de 7 picos (¡y no es albur!) Los locatarios también lucían sus tapabocas, pero mucho menos que en el resto de la calle. Me llevé mi enorme cactus de más de 2 kilos junto con mi disco de Dolby que se me cayó 3 veces en el pavimento. Ahora me duelen los brazos.
La ciudad nunca lució tan surrealista de lo que es. Siempre he pensado que en el DF todo es posible y no creo equivocarme: en menos de un mes se queda sin agua, luego viene de visita Obama, encuentran pistas de narcos como el Chapo Guzman (que fue noticia escandalosa un día antes de este desmadre) y justo lo que le faltaba para completar el cuadro: ¡una epidemia de mala influenza! Lo demás ya lo sabemos: se celebró una rueda de prensa posterior en la TV. El Córdova Villalobos se veía encabronado por la cantidad de preguntas que le hacían los reporteros incómodos ¡pobrecito!

¿No será que el gobierno sólo se está inventando otra jalada para desviar nuestra atención de todos los males de la actualidad? ¿O acaso ya nos cayó el chahuistle y Dios se dio cuenta que no son suficientes una crisis económica y una ola de narcoviolencia aunada a la escasez de recursos naturales para terminar de castigarnos? Lo que si considero como tal, es que llegando a mi casa me percaté que la tornamesa no puede escucharse ¡y ahora tendré que volver al centro a comprar un adaptador para que mi disco de Thomas Dolby recobre vida!...si es que aun no se encuentra invadido de zombies chilangos hambrientos de pulmones sanos en lugar de cerebros ¡gulp! Si no, espero contagiarme sólo con la expectativa de que me atienda el Dr.House ¡aaaahhh!

sábado, abril 18, 2009

jueves, abril 16, 2009

Frases del Dr. House que deberían ser paradigmas del sarcasmo (me las fusilé de por ai).

House: ¿Te das cuenta? Todo el mundo piensa que soy un paciente por el bastón.
Wilson: Pues ponte una bata como los demás.
House: No, entonces parecería un médico.

Cuddy: ¿Has vuelto para ver a una paciente?
House: No, a una puta, le da más morbo aquí que en casa.

Wilson:Esa altanería es una cualidad tan atractiva en ti…
House: Gracias, era eso o hacerme rayitos en el cabello. La altanería no requiere de mantenimiento.

(A una paciente que no sabe que está embarazada):
House: Tiene un parásito.
Paciente: ¿Como la solitaria o algo así? ¿Puede quitármelo?
House: Hasta dentro de un mes sí. Después es ilegal. Bueno, en un par de estados no.
Paciente: ¿Ilegal?
House: Tranquila. Muchas mujeres se encariñan con estos parásitos. Les ponen nombres, les compran ropita y los llevan al parque a jugar con otros parásitos… Mire, tiene sus ojos…

House (a Chase, Foreman y Cameron): Y busquen madrastas malvadas, tanto dormir indica manzanas envenenadas.

House: Asumo que “muy mínimas” es su forma británica de decir “ninguna” oportunidad, ¿no es cierto?
Chase: Soy australiano.
House: Llevas a la reina en sus billetes, eres británico.

House: No le funciona el hígado. Si no obtiene uno nuevo pronto morirá.
Padre del paciente: ¿Qué significa eso?
House: Que está sano. Se puede ir a casa.

(El esposo de la paciente del tumor de 12 kilos que no se quiere operar va a hablar con House):
Esposo: Disculpe, ¿es usted el Dr. House?, mi esposa me dijo que usaba bastón.
House: El Dr. House también tiene un serio problema con las drogas, a veces no viene ni en semanas.

(Stacy apremia a House para actuar en contra de la opinión de Foreman, Chase y Cameron):“¿Y qué hacemos, tú pegas al negrazo y yo a la chiquilla? El australiano saldrá disparado como canguro si la cosa se pone fea”.

martes, abril 14, 2009

Algunas de mis heroínas



Betty Blue, Amelie, Margarite Gautier (la sufrida dama de La Dama de las Camelias), Lolita (la de Vladimir Nabokov), Shirley Manson, la sirenita de Hans Christian Andersen, Camilla Rhodes (la coprotagonista amnésica de "Mulholland Drive"), Satine (Nicole Kidman en "Moulin Rouge"), Oriana Fallaci, Marlene Dietrich...y la que mejor me cae: ¡Anahí! (jajajaja).


Y las máximas: Mi madre, mi abuela y mis tías.

viernes, abril 03, 2009

Sullen Girl

Days like this, I don't know what to do with myself.
All day - and all night.
I wander the halls along the walls and under my breath.
I say to myself.
I need fuel - to take flight -

And there's too much going on.
But its calm under the waves, in the blue of my oblivion.
Under the waves in the blue of my oblivion.

Is tha't why they call me a sullen girl - sullen girl.
They dont know I used to sail the deep and tranquil sea.
But he washed me shore and he took my pearl -
And left an empty shell of me.

And there's too much going on.
But its calm under the waves, in the blue of my oblivion.
Under the waves in the blue of my oblivion.
Under the waves in the blue of my oblivion.
It's calm under the waves in the blue of my oblivion.

Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...