Entrevista con José Fors
¡Es una cara!, ¡no!, ¡es una pizza!, ¡no! Es un vampiro y en sus pulmones aloja mucho entusiasmo y dolor por cantar. Adiós a Dr. Frankenstein, la ópera rock previa escrita y dirigida por José Fors. Ahora, los temas vampirescos toman su lugar y con Orlok reafirma su devoción por la oscuridad y los filmes de “Nosferatu” de F.W. Murnau y de Werner Herzog de la que se jacta de haber visto decenas de veces y de enamorarse del personaje de Isabelle Adjani.
Este 22 de julio, se definió como la fecha en que dicha obra se presentó en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” del Distrito Federal después de debutar en marzo en Guadalajara. Fors vuelve a experimentar con las artes sombrías e incluye en su elenco a algunos de sus añejos secuaces como Leobardo Quirarte (cantante de El Personal), en el papel protagónico, Vera Concilión (su actual pareja) como Mina, Iraida Noriega (Lucy), Ugo Rodríguez (Thomas), Santiago Cumplido (Renfield) y Sara Valenzuela como una humilde vendedora de flores victimizada por el vampiro. En esta ocasión, apoyado por Eduardo Ruíz Saviñón en la Dirección escénica y Alejandro Otaola y Alfredo Sánchez en la ejecución musical.
Entre una asistencia vasta, vestimentas darks, ojos delineados, uñas negras y matas largas, los seguidores del “hijo del lechero” tapatío encontraron una pausa entre los proyectos de Forseps y Cuca en este musical, género tan menospreciado en México como atrayente, donde proyecta una cara distinta dentro de su trayectoria. “La estética del horror, esa ha sido mi fascinación en los últimos años. Este “hermoso horror” según Francis Bacon”. Explica Fors en entrevista.
Aquí no esperen escuchar “El son del dolor” y sí mucha interpretación que remite a Klaus Nomi, al menos en el caso de Santiago Cumplido y la caracterización de Quirarte, cuyo físico dista del de un auténtico vampiro, pero demuestra que su voz tiene suficiente potencial para adquirir otras tesituras más allá de canciones reggae. “En Dr. Frankenstein Leo estaba muy desperdiciado. Vi su entrega; su físico no se me hacía de Drácula, pero lo transformamos y me encanta…aunque me hubiera gustado que estuviera más flaco”. Asegura Fors esbozando una sonrisa mientras que la elección de Iraida Noriega se basó por la admiración que siente hacia su trabajo. “Iraida, Ugo y Vera son mis voces favoritas de México. Saben las limitaciones de esto. Desde ahí logro equilibrar más”.
En el papel de Abraham Van Helsing, el artista comenta que originalmente estuvo pensado para Gerardo Enciso cuya prioridad en ese momento fue su nuevo disco, por lo que él decidió asumir la responsabilidad de interpretar a un personaje benigno, diferente de su personalidad bravía: “Ese lo escribí para Gerardo Enciso y él estaba lanzando su disco, pero aun así medio me enamoré del personaje; me gustan las canciones que le compuse y me está dando la oportunidad de ser el bueno, de algo diferente al monstruo. Un Van Helsing de 55 años. Él es un mal necesario, ni es tan chido, pero es el enemigo”.
Como detalle curioso, para tratar de adquirir su vestuario en las tiendas de artículos religiosos en Guadalajara se negaban a venderle una sotana, que es como se imaginó caracterizado a su personaje: “Me hice un traje con tela y no me la querían vender. Me decían: ‘Le podemos dar una pero que no tenga la cruz, las que tienen cuello son sólo para sacerdotes’. Yo veo a Van Helsing como un sacerdote y me clavé como un predicador de los que salen a la calle y te dicen ‘Cuidado con el diablo’ para hacer mis movimientos”.
Dejando a un lado sus responsabilidades como vocalistas de bandas como Cuca, La Dosis, Azul Violeta, El Personal y otras propuestas tapatías, “Orlok” les permite a estos músicos mostrar un lado distinto de su arte, más actoral y dramático. En opinión de algunos asistentes, la pata de la que cojea es la ausencia de músicos en vivo durante la obra. Sin embargo, Fors defiende su acervo terrorífico más allá de convencionalismos en la escena teatral y musical: “El terror no es bien visto, el sexo es más aceptado”.
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