sábado, junio 20, 2015

Entrevista a Steven Brown, miembro fundador de Tuxedomoon, Nine Rain y Ensamble Kafka

Publicado el jueves 18 de junio en la sección El ángel exterminador de Milenio Diario

Miriam Canales




No todos los mexicanos buscan emigrar hacia la frontera norte. Algunos estadounidenses lo aplican a la inversa y se dirigen al sur para inmiscuirse en su cultura y música, como el caso del compositor Steven Brown, miembro fundador de la banda de jazz y rock progresivo Tuxedomoon cuyas energías se enfocan ahora en un ensamble llamado “Kafka”.
En la escena de San Francisco de los 70 brotaron algunas peculiaridades como la enigmática banda The Residents y otras contemporáneas como Factrix y The Sleepers. Se trataba de una freak scene, según lo explica el periodista Simon Reynolds en su libro Romperlo todo y empezar de nuevo (2005), dedicado al post punk. Tuxedomoon gozó de mayor éxito en Europa. Brown también lanzó un par de discos como solista: Douziéme journée: le verbe, la parure, l’amour  de 1982 y Zoo Story en 1984.

En esta entrevista, donde un café de domingo a mediodía está presente, relata: “Lo que tiene México son músicos muy buenos. William Burroughs dijo que aquí hay un ambiente abierto para poder trabajar y hacer cosas. Cruzando la frontera pasa algo diferente. Parece absurdo, pero es cierto”. Desde dos décadas atrás, y particularmente en Oaxaca, encontró en México una tierra fértil para seguir sembrando su música. En los 90 se involucró con José Manuel Aguilera (La Barranca) en otro grupo llamado Nine Rain. Hoy en día se avoca al Ensamble Kafka, un quinteto integrado en 2010 con otros jóvenes oriundos como Juanito Gutiérrez, Facundo Vargas y Julio y Onésimo García que ya cuentan con un primer disco homónimo y algunos conciertos en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”. Antes, contribuyeron en bandas sonoras de películas como El informe Toledo (2010).


“En los 70  viví en San Francisco y trabajé en un grupo de teatro. Estuvimos todos juntos en un departamento, casi todos eran artistas gays. El grupo se llamó The Angels of Light pero su filosofía era de free, free. Todos los espectáculos de entrada libre. Nadie en el grupo podría hacer un trabajo donde se cobrara, entonces cuando formé Tuxedomoon con Blaine Reininger tenía que salir de ahí”. Explica este norteamericano en un castellano fluido. Después, tuvo una residencia itinerante entre Bruselas, Inglaterra y la Ciudad de México donde se negó a establecerse por su hacinamiento extremo. A su paso por Nine Rain apoyó al EZLN.

¿Te dice algo la política mexicana actual? El tema de los zapatistas ya pasó; estamos en otro momento….

¿De veras? (ríe con sarcasmo mientras interrumpe su café) ¡No se nota! Lo que pasó en las elecciones me parece fantástico. ¡Los políticos se burlan de nosotros! Ese el mejor trabajo del mundo y por eso todo mundo lucha por ser senador, diputado, whatever the fuck (sic). No hacen nada y roban todo el dinero. Un amigo mío trabajaba en el gobierno y salió por hartazgo. Hasta la gente que crees que son tus amigos, gente bien, roban del erario público. Es una desgracia sin fin. ¡Qué bueno que quemaron las casillas!  Eso va a pasar en otros lados, ¡Vas a ver!- me advierte- . ¡México siempre pone el mal ejemplo!, ¡luego sigue el mundo!

¿Y en cuanto a la política estadounidense esa ya no te interesa?

No, sólo México es un poco más directo, más transparente, pero tiene lo mismo Europa, Estados Unidos. Sólo que aquí es más in your face. (…)

¿Tú crees que en la escena rock hace falta que los músicos locales tengan más actitud, que hagan más lo que se le pegue la gana?

Trato de evitar el rock en lo posible. Yo no entiendo bien, no me gusta, no me dice nada. La mayoría de las cosas son copias anglosajonas. Yo he estado esperando un rock mexicano que todavía no conozco, un grupo más original. El problema de la gente es que creen que el rock son dos guitarras, una batería, un bajo. Eso no es rock, puede ser un violín, una trompeta, whatever!  Falta espíritu, aventura, viajar. Aquí la gente hace lo mismo de siempre.

¿Entonces que sí te interesa?

Los boleros, el son jarocho, el regional mexicano. Mira, hay tan pocos países como México que tienen tanta música, en cada zona, si no es que cada pueblo. Solo aquí he visto eso, en ningún otro lado
.
Tuxedomoon continúa emprendiendo giras anuales por Europa y Asia, pero Steven se dice hastiado. En el Distrito Federal tocaron en un par de ocasiones entre 2005 y 2009. “Ya cada año hacemos giras en Europa hasta el punto que ya basta. En diciembre hicimos tres, pero yo tengo que estar en mi casa. Cada dos meses tenía que salir. Este año todavía no hacemos nada. Quedamos en pausa porque yo ya quería otra cosa. Me harté de guitarras, baterías y canciones, por eso empecé con “Kafka”. Prefiero otros instrumentos y sonidos”.

La música puede perdurar pese a que cambien los formatos de vinil a digital. ¿Tú qué opinas de esto?

La música sí, los músicos no sé. ¡Ya todo es gratis ahora! ¿Para qué entonces comprar discos? La pregunta es cómo van a vivir los que creamos, no solo música, sino también películas, libros. ¡Qué bien que sea gratis!...pero recuerden que alguien tiene que pagar una renta. Spotify es el enemigo número uno.









jueves, junio 18, 2015

Para Abigail Leaños en su aniversario:




Este es un día que siempre me despierta sentimientos ambivalentes. Pero no dejo de pensar que fue en el que ella partió tras 80 años de vida. Abigail Leaños era el nombre de esta zacatecana que fue mi abuela materna. El cáncer de mama la venció. Continuamente pienso en ella y todo lo bueno y lo malo que vivimos juntas, todas sus enseñanzas y alguien tanto que alimentó mi sombra como que me enseñó a ser una mujer fuerte en este mundo lleno de hipocresía y maldad. Te extraño y te amo, abuela Abi. 

( 9 de febrero 1931- 18 junio, 2011)

lunes, junio 15, 2015

Entrevista con el monero JIS

Publicado el domingo 6 de junio en el suplemento dominical de Milenio

"El trabajo artístico tiene algo de exhibicionista: Jis".




Miriam Canales

Jis “lo hace” de nuevo. Por esta ocasión se despoja de su mancuerna con Trino y emprende un proyecto individual y atrevido bajo el título Sexo: A eso sabe la reina. (Editorial Sexto Piso, 2014). Un libro que remite a una colección de fantasías, recuerdos y experiencias eróticas. Él conoce el sabor de la soberana y aquí lo explica “como algo que ya se veía venir”.

“Estas son mis mañitas, lo que me gusta, lo que me excita y lo que pienso a la hora de una puñeta. Era privado, pero ya es del dominio público; una cosa esquizoide”. Menciona José Ignacio Solórzano (Guadalajara, 1963) caricaturista tapatío cuyo trabajo es más conocido por diarios nacionales como Milenio y poseedor de una imaginación muy singular distante de los cartones y humor político cotidianos. “Sexo” se encuentra prologado por el artista gráfico Abraham Cruzvillegas  y editado por el ilustrador Alejandro Magallanes.




El sexo es “sucio”, el sexo es “pecaminoso”, el sexo vende, el sexo es gozo y diversión. Jis conoce bien estos elementos y los converge entre la dualidad de sentirse libre y pudoroso de manera simultánea como persona y artista. No obstante, su material privado durante años se abre como una caja de Pandora resguardada desde su etapa de juventud hasta la actualidad. “Aquí todo está enfocado a la parte de la cogedera, el sexo, la agarradera, la gozadera del cuerpo”.

Ilustraciones que datan desde inicios de los 80 donde se evidencia un trazo incipiente, algunas otras extraídas de su diario y unas más de su presente como dibujante consolidado bajo una técnica más profesional, conforman la obra. “Yo soy de naturaleza tímida, pudorosa. Incluso, la expresión tiene esa cualidad que le permite a uno mostrarse lo que es a veces en la vida. El trabajo artístico tiene esto de exhibicionista y uno muestra sus obsesiones, mañas, fetiches”. Explica tras nacer y críarse en una ciudad como Guadalajara, cuya sociedad se estereotipa de religiosa y mojigata. Su mente y espíritu son más libres y desprenden sus diablillos más allá de la represión.

No se trata de un libro de humor, olvídense aquí de historietas como “El Santos”, “La Chora Interminable” y otras afines, sino de un acervo de intimidades en que presenta sus prácticas predilectas y situaciones de pareja en ambientes estrafalarios. “Para mí ésta es una expresión de vivir el erotismo y la forma en que me ha tocado excitarme, divertirme y obsesionarme con cuestiones sexuales y en específico con la mujer.

“Otra de las cosas chingonas en general del humano y en particular a la hora del sexo es lo emparentados que estamos con los animales. Aunque nos sintamos elevados somos muy primitivos y ellos también son elevados”.  En estas páginas abundan zorros, conejos, perros y hasta híbridos: “Esta es una fiesta de la cuestión humana, un carnaval de formas. Entonces, para el monero es una herramienta, una tentación irresistible hacer estas metamorfosis; es algo mitológico, de orgía, de fusiones y significados que nos pueden ayudar a entender aspectos nuestros. Yo tengo gatos en mi casa y adrede dibujo animales que no se sepan que son. También hay culebras, changos, arañas, moscas”…



Su pincel plasma por igual semen, saliva, fluidos vaginales y mocos: “Esto es mucho de lo que yo he vivido en la sexualidad. Tiene que ver esta cosa del tímido-nerd que está en su habitación masturbándose y teniendo deseos. La cámara es una muy buena manera de representar esa cosa de estar viendo, de estar fijando”. Se refiere a sus personajes que en repetidos cartones utilizan cámaras fotográficas o se dedican a observar y espiar a otros durante el acto sexual”.

Otra de sus aficiones vouyeristas era retratar a mujeres desnudas bajo su óptica como fotógrafo e ilustrador: “En alguna etapa de mi vida sí llegue a tomar fotos sensualonas con amigas o parejas, pero no todo lo que se ve ahí fueron tomadas por mí. Soy un totalmente aficionado calenturiento. Muchas fotos las atesoro, pero es mucho más difícil mostrarlas; me ganó una especie de escrúpulo al presentar a las mujeres, por eso la mayoría están intervenidas”.

Aun cuando el contenido es explícito, con imágenes grotescas y difusas de chicas con quienes se ha involucrado íntimamente, Jis mantiene sus principios y es consciente cuando puede dañar a alguien: “Hay una parte que yo mismo saqué del libro porque era demasiado intima. En ese sentido no me considero tan desvergonzado y valemadre como otros artistas que sí pueden llegar a extremos muy fuertes como Robert Crumb.  Me impresiona realmente lo que veo en su capacidad para estar exponiéndose sin ningún tipo de cortapisa, pone material que es de su vida íntima y que no se toca el corazón ni con él ni con quienes participaron”. Quien escribe estas líneas le comenta con ironía que Crumb no se toca el corazón pero sí las partes íntimas y el bolsillo. Jis ríe en respuesta y aun así lo considera como uno de los grandes ilustradores actuales de Norteamérica a quien admira.

Sus fetiches personales son cosa seria: “Me gustan los pies y las mujeres descalzas o dormidas como ‘La bella durmiente’, el goce femenino, me fascinan las colas. Me excita la forma en como las mujeres pueden entrar en unos trances más poderosos que los hombres; sus expresiones me recuerdan mucho cuando están en el orgasmo y fuera de sí. Veo a las mujeres como seres más desarrollados sensualmente y eso es muy fuerte”.
Como un melómano incurable, la música es parte fundamental en su vida y aún más tratándose a la hora de la carnalidad. Esta la adereza con bossa nova: “Depende de la pareja, del momento y los ánimos. Puede quedar de todo, pero por ejemplo el soul es muy evidentemente de alcoba, pero sería mejor una música portuguesa. Me gusta la sensualidad, pero también un buen techno pone en un estado frenético. Casi depende de por donde le entres”. También sugiere recurrir a discos como The sensual world y Aerial de su ídola Kate Bush y Woman de un dueto canadiense llamado Rhye.



Inquiero cuáles son sus posturas preferidas, que recomiende alguna para desarrollar y otra para evitar. Jis reflexiona, hace un silencio largo y responde medio en serio, medio en broma: “¡Recomiendo dejarse envolver por una mujer calamar! (risas). Una que no recomendaría es pretender dominar a una mujer vampiro”.
Pero tú no has tenido encuentros con mujeres vampiro… ¿o sí?.
Esteee…¡no voy a mencionar detalles!  (Ríe de nuevo).

¿A qué crees que se deba que aquí en México el humor de los caricaturistas no es tan directo con religión-sexo? Charlie Hebdo sí lo hacía con los católicos. ¿Crees que en este país sí haya algún tipo de pudor al respecto?

La verdad no le he dado muchas vueltas al tema. Quizá acá estamos quedando a deber en provocaciones sexuales, blasfemias o vulgaridades de verdad pesadas. Aunque acá hay varios caricaturistas políticos muy aguerridos, y periodistas por supuesto.

Tu humor no es político, ¿pero entonces tú consideras que hace falta quizá más osadía, más perversidad incluso para llegar a esos mismo niveles de provocación?

No tengo idea. Cada artista debe hacer lo que lo que le apasione. Y si lo que le apasiona a uno no es provocar, saldría muy forzado el asunto. El humor tiene muchas caras, muchos tonos; implica diferentes tipos de búsqueda. Y por supuesto una de las muy importantes es la provocación. Y cuando aparecen tipos que lo hacen de forma chingona como Charlie Hebdo, qué maravilla. Pero no debe convertirse en un imperativo. Eso sí, ojalá que a los genuinos provocadores y artistas del reto y el desplante pesado no les gane el miedo, porque los que estamos escondidos atrás de los arbustos tenemos puestas nuestras esperanzas en ellos.














Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...