lunes, octubre 27, 2014

"La muerte es una forma de ganarse la vida"


Para estos hombres, la muerte representa una forma de ganarse la vida. La muerte es el final, un simple negocio o una labor para unos cuantos. Ellos son sepultureros, los arquitectos luctuosos de la última morada. Comunes en apariencia, complejos en el fondo…y viven para contarlo:

En el oeste capitalino proliferan algunos de los cementerios más antiguos y vastos como el Español, el Francés, el Alemán, el Británico, el Americano, el Guadalupano y el Sanctorum en los alrededores de las estaciones del metro “Panteones”, “San Joaquín” y “Cuatro Caminos”. En el pasado eran sitios reservados para diversas colonias extranjeras que con el tiempo se han ido mezclando entre sí.



La historia de Juan es de un enterrador novato, pero temerario del Panteón Francés. No dudó en cambiar su anterior empleo como conserje de la sucursal de Viaducto La Piedad para dedicarse a cavar tumbas en  Legaria, al poniente de la Ciudad de México. Se ha adentrado en el oficio aprendiendo de sus compañeros, sin ningún tipo de entrenamiento formal, del que asegura que “sí se vive bien”. Recibe el apoyo de un sindicato y prestaciones sociales como pensiones, aguinaldo y seguro médico.
Los requisitos para ingresar a este empleo no suelen ser complicados: basta con esperar una vacante, tener una recomendación y contar con un registro de vacunas de enfermedades como el tétano. “Está tranquilo el trabajo, a veces ni se hace nada cuando no hay servicios”. Los trabajadores deben acudir los fines de semana y tienen derecho a descansar un solo día.  Durante algunos entierros reciben propinas y gratificaciones de parte de las familias por mantener aseadas las lápidas.

En un periodo corto, Juan ha conocido las vicisitudes y pesares de ejercer como enterrador. “Siempre es más triste enterrar a niños que adultos que por lo menos ya vivieron. El otro día me tocó una bebé recién nacida”. Explica con un dejo de nostalgia. Una de estos infantes es la oscuramente célebre Paulette Gebara Farah, desaparecida y hallada muerta en 2010 cuya sepultura, decorada de flores y rehiletes, permanece en un jardín.
El Panteón Francés alberga la casa eterna de figuras como la acaudalada familia Slim, el actor Antonio Espino y Mora alias “Clavillazo”, el ex presidente Adolfo de la Huerta, María Félix y Pago Malgesto, uno de los presentadores pioneros de la televisión mexicana. Quien escribe estas líneas expresa con ironía: “Llévenos a ver a María Félix porque queremos rezarle un rosario”. Juan, siguiendo el juego, sonríe. La actriz del “cine de oro” descansa junto a su hijo Enrique Álvarez dentro de una angosta vitrina desde la primavera de 2002. “Nadie la viene a ver más que una persona que es un fans (sic) y en cada aniversario le trae mariachi”.
Seguro de sí, declara: “A mí no me da miedo hacer esto. Me dan más miedo los vivos que los muertos”…

La sepultura como una herencia familiar




“Cuando estaba aquí desde niño tenía miedo de entrar al cuartel del panteón, pensaba que me iba a salir un muerto, que me iba a jalar las patas”. Don Jaime tiene más de 50 años de edad y ha pasado casi toda su existencia rodeado de lápidas, jardines y del silencio que pulula en el Panteón Español. Tratándose de una labor ancestral para él, su padre-quien sí pasó toda su vida aquí-lo instruyó desde la infancia en el arte de la inhumación. “Alguna vez tuve otro trabajo, pero aquí todo está muy tranquilo”. Su paga es exigua, pero también disfruta del ambiente de calma envuelto de árboles frutales que él mismo ha plantado y que conoce como si se tratase de sus amigos. Sabe dónde obtener limones, aguacates y chiles para condimentar la comida en las horas de descanso y cuida de los gatos que rondan el cementerio.

La historia del Panteón Español data desde la segunda mitad del siglo XIX. En sus inicios se trataba de un sitio exclusivo para ibéricos residentes en el Distrito Federal que poco a poco fue abriéndose a mexicanos. La tumba más antigua es de un bebé- que aún puede apreciarse a un costado de la entrada principal- de 136 años según Don Jaime. Su buena memoria y experiencia le permiten ubicar muchas de las lápidas, sus familias propietarias y hasta leyendas que las rodean. Predominan mausoleos y criptas de estilo gótico y algunas esculturas de mármol de ángeles y vírgenes en diversas advocaciones que fluctúan entre lo artístico y macabro.

En la cotidianeidad de un sitio como éste, las anécdotas de ultratumba y brujería abundan. Don Jaime relata una en que sintió una presencia sobrenatural. “Un día como a las 7:00pm estaba lavando mi camioneta y ya estaba oscuro. Sentí un pinche jaloncillo en la camisa ¡y que me sientan! Sí se oyen los pasos de alguien cuando corre, se oyen murmullos o gente que pasa de un lugar a otro”. Dados sus conocimientos de la labor diaria, el peligro al que suelen estar más expuestos los enterradores es el contagioso “aire de muerto” que expelen los cadáveres. Para contrarrestar el efecto es necesario utilizar la planta “ruda” con la que el visitante debe persignarse y lanzarla hacia atrás al salir del cementerio, como lo hizo esta reportera en un par de ocasiones.

De la farándula a la devoción

Para la muerte no existen distinciones sociales ni figuras “VIP”. Ricos y pobres duermen de forma unánime bajo la tierra. Las celebridades que yacen en el Panteón Español son Paco Stanley, Mario Moreno “Cantinflas”, los hermanos Rodríguez, el ex presidente Miguel Alemán, la actriz Sara García y Emilio Azcárraga padre e hijo: Milmo y Vidaurreta, entre otros. Algunos difuntos pudientes ostentan pomposidad hasta en el más allá con santuarios tallados en hoja de oro, cristales blindados u objetos fastuosos como un enorme crucifijo que decora la cripta de Miguel Alemán.


Sin embargo, distante de estas figuras mediáticas, en el cuartel G se asoma una lápida de una mujer cuyo nombre no dice nada a casi nadie excepto a los visitantes creyentes. Se trata de Carolina Troncoso quien según Don Jaime fue una monja devota del Sagrado Corazón de Jesús; se referían a ella como “la virgen de los estudiantes burros” dado que algunos escolapios acudían a pedirle el milagro de pasar sus exámenes. El culto que se le profesa es amplio. Han pasado más de 90 años de su partida; su presencia se mantiene vital.

“La Señorita Carolina” o “Carolita”, fallecida el 27 de febrero de 1920, concede milagros a cambio de una pequeña ofrenda. Son múltiples las peticiones escritas en su sepulcro que el sol y la humedad desdibujan. Nadie sabe con certeza cuando comenzó su reputación milagrosa a la que llegan por igual suplicas y caprichos: “Señorita Carolina: quiero tener otro bebé”, “Señorita Carolina: ayuda a mi hermana a que le den su Visa”, “Ayúdame a tener éxito con las mujeres”. Incluso una solicitud en inglés: “Please, help me to pass my exam”. En sus inmediaciones se respira un ambiente apacible y armonioso a diferencia de la lobreguez que expelen algunas criptas.




Los tiempos han cambiado y la gente prefiere las cremaciones por motivos económicos. Un entierro puede llegar a costar hasta 30 mil pesos mientras que una incineración 18 mil. “Ya casi no tenemos servicios. Se está perdiendo la tradición. Hace como 15 años enterrábamos a diez diarios. La gente ya no se quiere morir”. Expresa Don Jaime. “Este es un trabajo sucio, pero alguien lo tiene que hacer”.
¿Ha pensado como es que le gustaría que lo enterraran a usted?
Sin pensarlo mucho, expresa: “Yo ya tengo mi fosa aquí por si me quebro (…) porque así no le dejo problemas a mi familia”.
Algún día, la misma tierra cotidiana con la que trabaja recibirá a Don Jaime para nutrirse de él.


domingo, octubre 26, 2014

YA NO TE CREO



Es el título de la nueva canción de la legendaria banda tapatía EL PERSONAL cuya letra escribí por invitación de Andrés Haro, miembro original y productor. Se encuentra por Spotify o si gustan escucharla también-y comprarla- por iTunes a sólo doce pesitos. :) Estoy contenta y muy agradecida:


jueves, octubre 09, 2014

¡Oh Capitán, mi Capitán! (Entrevista con el Capitán Pijama q.e.p.d.)


Publicado hoy en la sección El ángel exterminador de Milenio Diario

Personaje singularísimo de la escena rockera independiente, pionero en casi toda materia musical, multimedia, escenográfica y provocadora, el legendario "Capitán Pijama" falleció hace unos días. Esta es una entrevista inédita para evocarlo.
"A mí no me gustan los festivales matraqueros donde los chavos se ponen hasta las chanclas". Eso me dijo el músico y periodista Jesús Bojalil, alias Capitán Pijama, en una charla que sostuvimos el año pasado, refiriéndose al apogeo de los festivales musicales en México. Ha muerto a los 60 años de edad en el Distrito Federal. El Capi ha emprendido su viaje al espacio exterior.
Al momento de escribir estas líneas su familia no ha dado una versión oficial de las causas de su muerte. En sus últimos mensajes por Facebook y Twitter (@pijamapiloto) se lee: Mr. Sandman, here I go!, The dream is over y Break on through to the other side (citando a John Lennon y a The Doors), como despedida el 4 de octubre. Su experiencia musical se remite como un pionero de la música electrónica y el punk en México —bajo el seudónimo de Capitán Luxuria— con bandas como Los Pijamas a Go-go, Como México no hay Dos y El Escuadrón del Ritmo, desde la década de los setenta. Alternó con otros músicos como Walter Schmidt, Jaime Herranz, Illy Bleeding y el Dr. Fanatik. En sus últimos años se convirtió en artista independiente, presentándose en el Museo del Chopo, y era colaborador de la revista La Mosca en la pared.
Esta entrevista inédita la realizamos en agosto de 2013.
Tienes una formación tanto musical como periodística, ¿cómo ha sido vincular estas dos actividades al paso de los años?
En realidad nunca he podido vincularlas. Estuve hechizado por la música desde muy pequeño en gran parte porque mi padre fue cantante y compositor (Chucho Martínez Gil, autor de “Dos arbolitos”). En mi casa siempre había música y no precisamente para “ambientar”, sino como aprendizaje y práctica. Fue a los 13 años que de pronto se me ocurrió escribir una novela de ciencia ficción que para mí marca el inicio de mi vocación como escritor. En la secundaria ya escribía pequeñas historias en las clases de mecanografía y las vendía en el recreo a un peso.
¿Consideras que las redes sociales son una medida efectiva de permanencia para músicos de tu generación?
Considero que las redes sociales no las puedes menospreciar ni ignorar. No me agradan mucho pero las necesito. Como prácticamente todo, pueden ser útiles o idiotas. He sido un músico independiente en extremo y en este sentido me ayudan a estar presente, ya sea escribiendo sobre música, subiéndola o compartiendo anécdotas de lo que he vivido como artista.
¿Qué tan importante es utilizar el humor para tu trabajo?
El humor  es algo que se me ha dado desde por lo menos mi adolescencia. Casi siempre con un sentido irónico y de parodia, nunca usando las majaderías ni la burla. No es que sea importante para mí en mi trabajo, es algo inherente en él, inseparable, se da en automático. Me gusta el humor que surge a partir de las ideas, no de la agresión.
Cuéntame sobre la edición que hicieron de tu proyecto “Los detectives fosforescentes en Ucrania”.
Para mí fue algo totalmente inesperado y de lo más agradable. Se dio a partir de MySpace Tenía subido todo en mi página y, en una ocasión, Andrey Dostliev, dueño de la disquera ucraniana Turbinacarpus Records, me escribió diciéndome que mi música le intrigaba mucho y que le interesaba sacar un disco mío. Un amigo que vive en España vino a México y se llevó los discos, que resultaron más fáciles de enviar desde allá a Ucrania. Así pues Andrey seleccionó las piezas que más le gustaron, me consultó si estaba de acuerdo y le dije que sí. Son cinco discos que saqué con mi grupo Los Detectives Fosforescentes, realizado entre 2005 y 2007.
¿Qué sucede hoy en día con la forma de escuchar música en vivo en México? ¿Crees que todo se ha remitido a festivales a diferencia de la forma de ofrecer conciertos en los 80?
Los festivales matraqueros han cobrado fuerza porque los empresarios le encontraron la forma de comercializarlos en grande; a mí nunca me han gustado. No me agrada que los jóvenes den tanta importancia a tocar en esas ferias aberrantes de ruido y chichis al aire, pero pues como les ha de salir muy caro ir a Disneylandia, pues ahora sueñan con el Vive Latino y bodrios semejantes. El billetote que se meten los empresarios, ese sí dura más si saben invertirlo. Para mi gusto la mejor música en vivo se escucha en lugares pequeños.
¿Qué necesita ahora la escena musical de México? O, más bien, ¿qué le sobra?
Lo que se necesita es más educación musical, tanto de músicos como del público, que estos no se claven en un estilo de musiquita y cierren sus oídos a otras formas que los enriquecerían mucho si en verdad son músicos. Si el público se conforma con lo que les enjaretan las grandes disqueras, un pop corporativo, descafeinado y manipulador, pues serán unos ignorantes. Lo que sobra son actitudes tontorronas de estrellatos hechizos, facilidad tecnológica para componer música boba y la mediatización inmediata vía redes sociales de cualquier porquería que alguien grabe usando una computadora, ésta propicia el autoengaño en aras de una vanidad patética. Lamentablemente ha permitido que cualquier menso se sienta artista, cuando no lo es. El talento se tiene o no se tiene.

sábado, octubre 04, 2014

Entrevista con el escritor Fabio Morábito



Escritor es aquel que se enfrenta al fracaso de escribir y hace de ese fracaso, por decirlo así, su misión, mientras los demás sencillamente redactan.
El idioma materno

“Creo que todo escritor es un traidor, de los demás, de la vida”. Sus palabras fluyen en un castellano perfecto, de alguien cuyos orígenes se cimientan en tierras egipcias, pero que México representó su destino desde los 15 años de edad cargando el italiano como su lengua materna. De un escritor migrante que profesa admiración por la obra de mexicanos “raros” como Inés Arredondo y Francisco Tario aunque el resto de los lectores los ignoren.
Tras una serie de vivencias infantiles, un éxodo personal, reflexiones y la obsesión que implica la escritura cotidiana plasmada en un simple justificante escolar o una vasta novela, es como surge su libro de relatos El idioma materno. (Editorial Sexto Piso, 2014). Con una prosa sencilla, pero cristalina, la ironía juega el papel de un personaje adicional. Son aquí muchas las lecturas reflejadas en su vida: del chico que robaba dinero a sus papás para acudir al cine, al que se enamora del niño Massimo hasta convertirse en un escritor trashumante.

Fabio Morábito (Alejandría, Egipto 1955) es un derrochador de palabras en dos lenguas diferentes que ha sabido canalizar con su residencia mexicana. Reconoce que la literatura no equivale a un negocio: “Yo nunca he ganado dinero con mis libros y desde el segundo que hice ya hubiera decidido que éste no es el camino para hacerme rico. En este libro fue por preguntarme que es lo que hace que alguien llegue a ser un escritor, que hechos de su vida determinaron eso que llamamos una vocación literaria”. Menciona el autor de historias como Caja de herramientas (1989), La vida ordenada (2000) y Cuando las panteras eran negras (1996). “La escritura es como si fuera parte de nuestra vida y nuestra especie y que es algo que nos quita y que nos da así como la cuestión personal: que te ha dado y quitado”.



La charla se desarrolla en el centro cultural coyoacanense “Elena Garro”, edificio blanco de críticas durante la administración de Consuelo Saizar por su despilfarro. El ambiente es serio, pero afable. Morábito se muestra abierto como uno de sus libros.
La traición es un tópico que se hace presente. Fabio reflexiona acerca del primer relato de su libro abordado en un entorno infantil. Narrado en primera persona, se mete en la piel de un niño enamorado de un nuevo compañerito de clase: “Al inicio del libro menciono el tema de la traición. Creo que todo escritor es un traidor. Éste ha escogido un camino del que se habla; esclarece la vida a cambio de no vivirla plenamente, exige una pausa que se vuelve perpetua, una especie de privacidad, pero no vivir en la trinchera. Un escritor no se imagina con una existencia normal: trabajando para vivir, teniendo hijos, dejando de amar, hay que ganarse el sustento, pero eso no le parece suficiente”.

“La escritura es una enfermedad”

Entre sus demás actividades, ejerce como investigador de la UNAM. No obstante, tiene muy claro su papel como escritor, sus alcances y limitaciones. El proceso de escritura puede volverse un ejercicio de dimensiones lunáticas a diferencia de un redactor que prefiere tomar las cosas a la ligera. Las letras también implican una patología. “Los escritores podemos perder una tarde para decidir dónde va una coma. La enfermedad de la escritura es esa y el escritor es un enfermo de escritura. Si la secretaria o cualquier redactor sólo dice ‘va aquí’ no importa para ellos. El escritor lo vuelve un problema casi existencial. No está satisfecho hasta que una coma va en el lugar correcto. Cuando yo releo algo de mis libros nunca lo hago por completo temiendo descubrir que hice algo mal”.
Respecto a las críticas literarias, es un tema que le interesa más no que le preocupe: “No es que me sienta cómodamente en mi sillón a disfrutar de mi libro publicado. Sólo cuando me dan valor otros para hacerlo. Cuando recibo comentarios muy favorables entonces me siento como salvado, les creo y ya puedo leerlo con ése salvavidas que me acaban de proveer. Prefiero que el libro tenga su vida como un hijo y que se haga valer por sí mismo".


Me interesa saber que tienes un origen diverso de nacionalidades, ¿tú que crees que eres del resultado de todas estas mescolanzas y cómo influye en lo que escribes?

Me pone en un estado de mayor alerta. Supongo quizá mayor que el de otros escritores puesto que finalmente estuve en una lengua extranjera muy emparentada con la materna pero que también está interferida. El hecho de que yo además provenga de un idioma distinto al español ha exacerbado mi sensibilidad estilística, pero no soy muy distinto de cualquier escritor. Una vez que convierto mi idioma materno en vehículo de escritura literaria es la misma desconfianza o estado de desconfianza que yo siento frente al español.

“La mala literatura siempre ha sido más cuantiosa”



También mencionas en El idioma materno que se escribe un libro y como periodistas sólo leemos la contraportada para la entrevista, éste se va a la biblioteca y se queda sin leer y peor aún si se trata de una escolar…

El libro sigue siendo para la mayoría de la gente un objeto aburrido cuando no hostil. En las escuelas se ha hecho de todo para matar el placer de la lectura. No es ninguna sorpresa que cuando uno se convierte en escritor las ediciones de mil ejemplares se agoten en cinco años.
En los tiempos en que el plagio impera y la falta de imaginación es cotidiana, la originalidad en la literatura actual es un punto escabroso. “Por supuesto que no es fácil ser original. El 90 por ciento de lo que se publica es totalmente prescindible. Es difícil llegar a ser un escritor, alguien que se merezca el título  en medio de esa inmensa mediocridad de libros que se publican. La mala literatura siempre ha sido más cuantiosa y de eso nos damos cuenta con el tiempo. Supongo que junto a Cervantes, Calderón y Góngora escribieron otros escritores más favorecidos y nadie sabe ahora quiénes eran”.
El narcisismo es otro medio por el cual un escritor suele dejarse arrastrar con facilidad. La siguiente pregunta va en torno a hablar en exceso sobre sí mismo y la sutileza de caer en este defecto. Morábito la revira hacia mí:

¿Te parece que es un libro narcisista?

-Mmmm. No, a mí no me parece que lo sea.

No me interesa esclarecer cosas de mí y menos exhibirme, sino mostrar aquellos sucesos autobiográficos. Me interesan en la medida de pueden ser respuestas aprovechables por otros. No escribo un libro para conocerme mejor pero sí descubrir cosas que de no haber sido escritor no hubiera descubierto de mi pasado o que no dí mucha importancia y sí fueron más importantes en mi vida de lo que yo creía.

Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...