Veinte años del Achtung Baby!
Por Miriam Canales
Cuando en 1989 U2 concluyó la gira promocional de The Joshua Tree y el sucesor Rattle and Hum hasta un documental les concedió, parecía que no había más escalones por subir. Tras una serie de premios, millones de copias vendidas y el mundo a sus pies, ¿qué más quedaba por hacer? Había que dormir y soñar todo de nuevo.
“I’m ready/ I’m ready for the laughing gas/ I’m ready for what’s next/ I’m ready to say I’m glad to be alive…”
“Zoo station”
Dejando atrás para siempre los sombreritos y chalecos de cowboys, los ritmos de blues y jazz que rindieron tanta pleitesía innecesaria a los Estados Unidos, la agrupación se internó en un Berlín que al igual que ellos sufría una metamorfosis. Mientras el muro que lo dividía caía a pedazos, la música que gestaban adquiría nuevos matices en el estudio Hansa, siguiendo la escuela del productor Brian Eno y su compañero Daniel Lanois, los mismos tipos con quienes David Bowie parió los álbumes Low y Heroes como parte de su trilogía Berlín.
Achtung baby! fue lanzado el 19 de noviembre de 1991, con un título semejante a una advertencia y muchos árboles de Joshua talados por el camino. Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. resurgieron completamente rejuvenecidos, bajo una actitud más irreverente y una experimentación electrónica, letras oscuras que olvidaban los himnos sociales y religiosos de los ochenta y que ahora se concentraban en el desamor, la sexualidad, la traición, el deseo y el optimismo en un futuro promisorio. Para su nueva parafernalia, eligieron autos Trabant, televisores, astronautas, coloridas prendas y muchos, muchos lentes de grandes dimensiones.
El primer corte, “Even Better than the Real Thing”, demostraba cómo la cultura pop, las noticias y la televisión y su programación no eran mas que una broma de mal gusto, tal como ejemplificaba su video, en el que tuvieron la osadía de incluir a llona Staller, alias “La Cicciolina”, actriz pornográfica por antonomasia. ¿Dónde había quedado el U2 “mesiánico” y “políticamente correcto”?
Mientras en los Estados Unidos sonaban los acordes del grunge con bandas como Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden y en Inglaterra surgían otras igual de prolíficas como Massive Attack, los irlandeses se avocaron en un estilo propio, sin que tuvieran que vincularse con esas tendencias. La prueba está en la gira promocional Zoo TV, en la que Bono transformó su personalidad en excéntricos álter egos como “The Mirrorball Man”, “The Fly” y “Mr. MacPhisto”, ese diablito glamoroso y de tacones dorados que se autoproclamaba como la última estrella del rock.
Achtung baby! está repleto de momentos ambivalentes, como los estridentes acordes que abren a “The Fly”. Bajo sus grandes lentes de sol y su voz sutil, Bono cantaba: “Cada artista es un caníbal, cada poeta es un ladrón/ todos matan su inspiración/ y le cantan al dolor/ Amor, brillamos como una estrella ardiente/ esta noche estamos cayendo del cielo”. En “So cruel” abordan la dramática historia entre The Edge y su ex mujer Aislinn O’ Sullivan y su proceso de divorcio, transformado en una balada agridulce: “Cruzamos la línea y no te importa a ti, me importa a mí”/ Dices que en el amor no hay reglas/ Corazón, eres tan cruel”.
A veinte años de distancia, la mítica “One” sigue vertiendo lagrimas en las noches de borrachera y desamor. El despecho no hubiese tenido la misma cara gracias a esta intensa melodía que parece haber sido arrancada directamente del corazón más ofuscado. “Tú dices que el amor es un templo/ es una ley mayor/ Me pides que entre, pero luego haces que me arrastre/ Somos uno, pero no lo mismo”. Otra versión de la misma asegura que la letra se refiere a un enfermo de SIDA, enfermedad de la que intentaron hacer conciencia mediante las ventas de este sencillo y del proyecto Red Hot + Blue de 1990.
Un álbum de este calibre también tiene sus cualidades escondidas. Los lados b poseen una calidad del mismo nivel que las estelares. Uno de ellos es la oscura pieza “Lady with the Spinning Head” que respalda a “One”, así como hace “Salome” con “Even Better than the Real Thing”, con el exquisito bajo de Adam Clayton. Otro corte omitido en la versión final de 1991 fue el experimental “Alex Descends into Hell for a Bottle of Milk”, originalmente escrito para la banda sonora de la versión teatral de Naranja mecánica. El álbum cierra con “Love is Blindness”, un corte oscuro, frío con un riff de guitarra que parece no terminar nunca y una voz desesperada que describe cómo el amor puede ser como ahogarse en un pozo profundo.
Después del éxito de Achtung Baby! llegarían Zooropa (1993) –a manera de secuela, sin igualar al antecesor– y Pop (1997), los cuales cerrarían una trilogía de ritmos electrónicos, psicodelia y megalomanía. U2 pasó la prueba de fuego y de ahí en adelante su ego se iría volando como una mosca inquieta.
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