“Yo
prefiero vivir entre hípsters mexicanos”: Michael Nyman
Miriam
Canales @miricaiba
Durante
este mes de mayo el compositor británico asentado en México presenta su nueva obra
inspirada en poetas de la Primera Guerra Mundial: War Work: 8 songs with film en el Distrito Federal, Guadalajara y
León, Guanajuato. Esta es una entrevista donde revela su apego por este país y
el distanciamiento con su patria.
Me
pregunta si voy a hablarle en inglés, le sugiero bromeando que si lo desea
puedo optar por el spanglish. Me
responde que no, que eso sólo será posible “hasta el próximo año”. Este músico
septuagenario decidió instalarse en la colonia Roma del Distrito Federal en
2007 dejando atrás su natal Londres donde vivió por más de seis décadas…pero
aún no domina el español.
Quien
haya escuchado la banda sonora de la película El Piano (Jane Campion, 1993) tiene un atisbo de lo que es su
extensa obra de más de 30 años que incluye también óperas, cuartetos de cuerda,
conciertos orquestales y colaboraciones en otras películas del cineasta Peter
Greenaway y en Ravenous con el
cantante de Blur, Damon Albarn. Muchos desconocen que la carrera artística de
este hombre de peculiares lentes redondos y armazón grueso comenzó a finales de
los 60 escribiendo para revistas especializadas como The Spectator donde se dedicó a reseñar discos de los Beatles, de Grateful
Dead. John Cage y Karlheinz Stockhausen, entre otros.
Nyman
cambiaría la pluma por la música a mediados de los 70. Incursionó en la
corriente “minimalista” junto a otros compositores como Steve Reich y Terry Riley.
Su buena memoria le permite recordar cada paso dado por esa vereda hasta 1981, año en que debutó formalmente como
“Michael Nyman band”: “Yo inicié en la música más por accidente”. Explica con
su acento nativo. “Cuando opté por ella dejé la crítica porque así se juzga el
trabajo de otros; sentí que la gente no confiaría en mi juicio ni yo en mí
mismo. Cuando te vuelves compositor otras cosas comienzan a parecerte más
importantes”. Sus oídos se muestran sensibles a los ruidos que producen los
autos y merolicos en el exterior del Teatro “Esperanza Iris” donde se realiza
la entrevista. Él también ha buscado otras nuevas fuentes de actividad como el
cine y la fotografía.
Hace
tiempo declaraste que no te sentías bien viviendo en Inglaterra, ¿qué está mal
entre tú y tu país?
Residí
ahí por 64 o 65 años, casi toda mi vida en Londres. No es que estuviera
cansado. Viendo objetivamente hay buenos restaurantes, cines maravillosos. Hay
mucha gente que funciona de la misma manera que en México, hay buenos
cineastas, restauranteros, también hay
hípsters…yo prefiero rodearme de hípsters mexicanos.
¡Ja,
ja, ja!, ¿estás seguro?
¡Absolutamente!
Yo compré una casa en la colonia Roma hace ocho años y no había hípsters ahí y
de repente llegaron a la Condesa. Yo les diría básicamente: ¡Váyanse al
carajo!, ¡este es mi vecindario! No me gusta la gente. Aquí veo películas en
español que a veces no entiendo, voy al teatro; vi la obra que montaron John
Malkovich y Diego Luna (El buen canario). Si estuviera en Londres no vería nada
de esto. Lo mío es una emoción que corresponde a ciertos lugares en particular.
Mi guía son las películas que veo y las fotos que tomo. Si camino por el centro
de Londres o el sector de Notting Hill donde viví ya no hay una sola imagen que
me impresione. México también me permite tener otro tipo de información.
Bueno,
muchos mexicanos creen que Londres sí es un mejor lugar para vivir…
Sí,
pero no para mí. Algunos periodistas de la BBC me llamaron para preguntarme que
como se me ocurría mudarme a México, qué por qué diablos me iba a ese lugar tan
peligroso. Cuando me muevo entre las calles yo me siento más seguro aquí.
¿Entonces
tampoco te interesa saber sobre la reelección de David Cameron como primer
ministro?
Estoy
más consciente de la cultura mexicana, su sociedad y sigo la política inglesa
de forma distante porque ya no estoy ahí y realmente no me importa, pero al
mismo tiempo sí porque tengo hijos y nietos que se quedaron allá. Cameron es un
completo idiota. Con él los ricos se hacen más ricos y los pobres se hacen más
pobres, se ha empoderado; eso es muy enfermo. Yo era cercano a él, no teníamos
amigos en común, pero pertenecíamos al mismo círculo.
Nyman vuelve a molestarse por el ruido
callejero, pero continúa con su opinión…
¡Qué
ruidoso! Bueno…esto tampoco quiere decir que no esté consciente de la violencia
en México. En mi concierto homenaje en Bellas Artes de diciembre pasado dediqué
una pieza a los 43 estudiantes desaparecidos. Fue algo muy importante para mí,
no políticamente, pero sí en lo emocional y me conmovió más que otras circunstancias
que han ocurrido, como parte de la acción, de la movilización. Como artista
individual y extranjero quise demostrar mi empatía y eso quise decir al público
mexicano, pero ya pasaron varios meses de esto y tú sabes todo lo que ha sido
descubierto, revelado…
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