Algo bueno (en medio de la angustia)

Hace unos días acudí a Morelia a su festival de cine. Cada año le caigo pero esta vez lo dudé debido a una fuerte bronca que no he podido resolver aún; aunque al final decidí llegar el último fin de semana. Las pocas películas que vi me gustaron, como "Los Bastardos" de Amat Escalante y la nueva de Guillermo Arriaga The Burning Plain con Charlize Theron, Kim Basinger y el narizón de José María Yazpik (¡y no hacen threesome!,¿eh?). La primera compitió en Cannes y es muy lenta y pacheca al punto de la desesperación hasta que ocurre algo tan abrupto como violento que te desconcierta sobremanera. La segunda ya no son las típicas tres historias unidas por una situación en común, sino la misma historia versión tripartita. Valieron la pena. La ciudad está llena de polis y granaderos y las entradas y salidas de los cines muy custodiadas. Me di cuenta de se que poco a poco se va recuperando la calma. A ver qué pasa luego...

Durante la semana ocurrió de todo un poco: lo más relevante fue el super concierto del Motorokr fest donde mi amiga Marijose, sus amigos y yo presenciamos un show poca madre: tres grandiosas bandas por la módica cantidad de ¡¡$350 pesos!!! (que fue lo que mas o menos me costó el boleto a mi) aparecieron otras de menor categoría que la verdad me valieron madres, yo quería ver a The Flaming Lips, los Stone Temple Pilots con el pirado vocalista Scott Weiland y a los excelsos Nine Inch Nails con el papito de Trent Reznor.
Llegué alrededor de las 5:30pm para encontrarme con mi amiga Marijose y su banda. Su chico, Adrián estaba pintado en la cara como Michael Stipe de REM (con una banda roja alrededor de los ojos) y estaba tan pedo que se quedó dormido cual teporocho de La Merced y hasta se acercaron algunos desconocidos a tomarle fotos (¡hasta me pedían permiso a mi, válgame Dios, debí cobrarles!)
No conocía el show de los Flaming que fueron los primeros estelares en tocar alrededor de las 6:30pm, pero fue como ver a Plaza Sesamo con tachas. Para empezar, Wayne Coyne el vocalista, se mete a una burbuja de plástico para caminar entre el público, luego sacan a unos Teletubbies maniacos y ponen en la pantalla imágenes infantiles medio psicodélicas. Marijose tuvo la loca idea de pintarse la cara con sangre artificial como buena fan suya y de paso le pedí que me la aplicara a mi también lo cual provocó el desconcierto de los demás asistentes que creían que estábamos sangrando de verdad, ¡jajaja!, ¡se asustaban en serio! Luego cantamos sus rolas Yoshimi battles the pink robots y la conmovedora Do you realize? (cantarla fue una catarsis, en serio)para luego dejar volar serpentinas. Tocaría el turno a los STP, nunca me han gustado mucho pero tenía harta curiosidad por ver a Scott Weiland recuperado de las drogas y recién regresado del infierno (como buen rockstar). Estábamos a unos cuantos metros del escenario y me encantó cuando tocaron la clásica Plush. Hasta Weiland se atrevió a decir que los Flaming eran la mejor banda en 20 años. El show que traían era muy sobrio y sencillo, pero para rememorar la nostalgia de los 90 no estaba mal...

A las 10:30pm lo mejor estaba por llegar. En medio de la euforia me puse a contar chistes pachecos que hicieron las risas de Marijose, Adrián y Alito (el amigo de Adrián), todo me causaba gracia sin que estuviera en ácido (jajaja).
10:30pm y las luces se apagaron para dar paso a la sombría y bien parecida figura de Trent Reznor tocando 1,000,000 con unas deslumbrantes luces estrambóticas detrás. Los madrazos y empujones se pusieron duros y decidimos, para nuestra mala pata, salirnos de la multitud por muy cerca que estuvieramos de la banda (¡bua!) No me considero fan de NIN pero me encanta su propuesta oscura, violenta y caótica, Papa Reznor irradia caos, pasión y locura en vivo, canta como si estuviera poseído. Después tocaron la delirante Closer, March of the Pigs, Piggy y la grandiosa Terrible Lie. De verdad, NIN en directo es INCREÍBLE, tienen unos efectos y unas luces alucinantes, hasta hay uno que parece que llueve dentro del escenario y hace que una nube se abra en medio de la cortinilla que los cubre ¡Wow!
La primera vez que escuché un disco suyo tenía 20 años, el célebre, estridente y maniático Downward Spiral y jamás imaginé que tendría la gran oportunidad de asistir a uno de sus conciertos. A pesar del caos y el aturdimiento que provoca ese disco, tiene unas piezas bellísimas como In a warm place que hace sentirte como si tocaras las puertas del cielo.
Ya al final del concierto no podía faltar la desgarradora Hurt(que le hiciera un melancólico cover Johnny Cash antes de morir) ¡Y la canté a todo pulmón y corazón! ¡Chale! (muy acorde al momento). Salimos en chinga antes de que se dejara caer la masa y así encontrar rápido el auto de Adrián, para nuestra sorpresa hayamos a unos bicicleteros que hacían servicios de transporte por la módica cantidad de ¡40 pesos por persona! (eramos 5. Uno de los amigos bromeó preguntándole al conductor si lo podía llevar hasta Ciudad Satélite (jajaja) Y como nos negamos, este güey tuvo la osadía de colgarse como mosca en la parte posterior de una bicla. Cerramos la noche con una buena cena en la famosa taquería El Borrego Viudo y si, todavía llevábamos la cara pintada con sangre artificial, así que la gente seguía mirándonos con desconcierto...(Luego recibí comentarios de algunos internautas de YouTube que decían que les sorprendía nuestro desagradable aspecto, jajaja).

Los Flaming Lips, su esfera y sus Teletubbies




NIN tocando The hand that feeds(con imágenes de Bush transformándose en John McCain)


NIN tocando Vessel con su impresionante juego de luces