Carta

"Estoy en el helipuerto de... lugar donde no pude adaptarme, el lugar que para muchos es una fábrica de sueños, un anhelo, la meta de su vida y para mí es todo lo contrario.
ÉL no quiso hablar conmigo, se cerró, mostró su lado más arrogante, soberbio e irascible. De verdad, esto me duele más que cualquier otra cosa, porque no me dio mi derecho de réplica, porque no quiso escuchar mi versión de los hechos. Realmente lo lamento por él porque había tenido una buena impresión suya.
Ahora he recibido una patada, por segunda ocasión, el mismo pie. Me han dado de comer, lo reconozco y agradezco, pero quisieron adueñarse de mi tiempo, mi vida y aun así quieren que le rinda tributo lo cual no me parece justo.
Yo quise hablar con ÉL, que me escuchara, él cree que debo pedir perdón de rodillas, que le debo la vida como señor feudal. Yo jamás me arrodillaré ante nadie, admito mi falta y mi responsabilidad, pero no que quieran pisotearme.
Yo soy una periodista, una relatora de historias, una investigadora de hechos REALES, no soy una maquiladora de paliativos. Yo no estoy para crear historias ficticias y banales, soy una indagadora de realidades, de personajes verídicos, de declaraciones existentes y tangibles. No soy una máquina de personajes artificales ni productos desechables. Soy una buscadora de verdades...y eso, no quiero que se me olvide nunca."

Lo que hoy es imposible, mañana es para siempre.

Escrito el 8 de octubre de 2008 a las 20:30pm en el quinto piso del castillo impenetrable