viernes, abril 13, 2012

Vida, obra y suicidio de Trevor Herion

El éxito y la debacle del hombre del oeste

Dentro de la escena new wave de los ochenta siempre se recuerda a los mismos grupos, las mismas caras y las mismas canciones que suenan en nostálgicas estaciones de radio, pero a casi nadie le dice algo el nombre de Trevor Herion, una figura que no trascendió como un rockstar y que pasó a los anales de la historia sólo por morir a los treinta años sin pertenecer tampoco al selecto Club de los 27. Ésta es la historia de este ángel caído del synthpop.


En la década en la que predominaba el maquillaje excesivo, los looks andróginos, los cabellos con laca y los sintetizadores sobre las guitarras, el irlandés Trevor Herion (abril de 1959) tuvo el propósito de convertirse en una figura trascendental de la música. No era propiamente rockero ni punk ni muy bien parecido, pero sintió el deseo de expresar su potencial al mundo. Se avecindó en Londres, donde en 1979 su aventura comenzaría con una banda local llamada The B52’s, que luego cambió su nombre a The Puritans pues un grupo estadounidense, liderado por la cantante Kate Pierson, se llamaba casi igual.
Su debut no marcó huella, pero sirvió para foguearse. Trevor fue convocado a cantar en otra banda llamada The Civilians, del músico Paul Simon, homónimo británico del cantante de Simon and Garfunkel; sólo lanzaron dos sencillos, “Made for television” y “See my friends” en 1979. Y de ahí, una ruptura y un paso más.
El año de 1980 sería emblemático para escalar el siguiente peldaño. Morirían dos iconos: Ian Curtis y John Lennon; el primero dejaría una referencia en el nuevo proyecto de Herion: The Fallout Club. Con nuevos bríos e integrantes y experimentando con atmósferas sonoras oscuras, se unieron el baterista Matthew Seligman, el tecladista Thomas Dolby y Bruce Woolley, también miembro de The Buggles, los que cantaban “Video killed the radio star”. Esta alineación crearía un escaso pero interesante repertorio de canciones con más oscuridades que luces en un ambiente post punk y minimal dark.
Con tan sólo escuchar temas como la envolvente “Wanderlust”, Herion grita constantementeen el corohasta perderse en las profundidades, justo como ocurriría poco después. Ahí pudo haber tomado la estafeta del difunto Curtis, cuya lúgubre voz es acompañada por los teclados vertiginosos de Dolby.
“Desert song”es otra pieza que parece fue hecha con un toque de misterio a dueto con Cocteau Twins, quienes también debutaban por esos años. Aquí Trevor explaya la potencia de su voz. Otros de sus sencillos fueron “Dream soldiers”, “Falling years” y “Pedestrian/walkway”bajo la misma producción sombría y ritmos industriales del sello discográfico independiente Happy Birthday.
No conforme con esto, Herion tuvo la osadía de lanzarse como solista, lo que terminaría siendo su logro final… y su perdición.
En 1983 hizo a un lado la oscuridad en la que se había sumergido musicalmente para componer su propio álbum con el paradójico título de Beauty life, una mezcla luminosa de pop, soul, jazz y funk que no tendría nada que ver con lo hecho anteriormente en The Fallout Club.
En 1983 hizo a un lado la oscuridad en la que se había sumergido musicalmente para componer su propio álbum con el paradójico título de Beauty life, una mezcla luminosa de pop, soul, jazz y funk que no tendría nada que ver con lo hecho anteriormente en The Fallout Club.
La parte dramática de los sueños es despertar de ellos. En su único disco en solitario Trevor auguraba altas expectativas. Thomas Dolby se encargó de la producción y hasta lo incluyó en su famoso video de 1982 “She blinded me with science”,caracterizando a uno de los pacientes dementes del manicomio donde se desarrolla la historia.
Pero Beauty Life, a pesar de tener buenos momentos, como la optimista “Dreamtime”que abre el disco, no tenía la suficiente fuerza para sostenerse. Aquí se refleja la nueva etapa de Herion deshaciéndose de los vestigios de oscuridad con su proyecto previo. “The Jazz Age” confirma su capacidad vocal en una balada sutil; “Success and the decline of the western man”es una canción pop con tintes jazzeros donde expresa la contraposición del éxito entre hombres de Europa y Estados Unidos; en “Fallen angel”,como se llamaba a si mismo, a pesar de su lentitud derrocha finura, y “Big city”es una dedicatoria a las metrópolis con todo y samplers de autos, sirenas, claxones y barullo citadino.
El tema más recordado es el corte final “Kiss of no return”,una balada melancólica guiada por un acordeón y una voz triste que narra la tristeza de un beso no correspondido.
Éste fue el primer y único intento del cantante de incursionar en la escena new wave. A pesar de la distribución de la disquera Interdisc, una filial de Ariola, el álbum representó un estrepitoso fracaso que pasó completamente inadvertido. Al escucharlo es evidente cómo los años le han caído encima como una loza, pero su calidad es significativa. Hasta la fecha jamás ha sido reeditado y resulta difícil conseguirlo excepto por unos cuantos blogs de descarga gratuita y unos videos en YouTube que muestran éste y los anteriores trabajos de Herion.
Después del desastre, el cantante irlandés se hundió en una fuerte depresión. Eso y otros problemas mentales lo llevaron al suicidio el 1 de octubre de 1988.
Quizá después de esta mala experiencia Trevor merecía darse una segunda oportunidad… y dársela de igual forma a su público. ®

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