De tocho un poco

El domingo tuve la oportunidad de asistir al concierto del gran músico bosnio Goran Bregovic ('pa los que creen que sólo escucho rock están equivocados) en la Plaza de Santo Domingo junto con mi roomate Benjamín, mi amigo español Juan Ramón y su banda. Él se ha dedicado a musicalizar muchas de las bandas sonoras de las peliculas de Emir Kusturica, por si no lo saben.
Benja se me perdió, pero el concierto estuvo poca madre. Goran tocó con una orquesta oaxaqueña y los asistentes, desde hippiosos hasta condechis, se prendieron hasta que la lluvia nos alcanzó y tuvimos que huir. Goran se puso a chupar en el escenario y brindó por nosotros y por México (¿por qué mejor no lo hicimos colectivamente?) Al final me fuí con JuanRa y su pandilla al Salón Corona en el centro histérico que para ser domingo por la noche, estaba hasta la madre. Pero eso no fue lo peor sino que el servicio era malo y lento: nos sirvieron platillos que no habíamos pedido, sus tacos dejaban mucho que desear ¡y tampoco aceptaban tarjetas! JAJAJA ¡Cuanta jodidez! Ni modo. Ya saben, no le caigan ahí... al menos la convivencia fue muy agradable, eso que ni que.

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A la par de esto el buen Hugo García Michel nos convocó a colaboradores y cuates de La Mosca en la Pared a una especie de concierto-"asamblea informativa" (si, como las del Peje pero más divertidas) para darnos a conocer lo que le deparará a la revista. Fue una agradable convivencia con su banda "Los pechos privilegiados" (así se llama, neta) y mis cuates Rafael Tonatiuh, Eduardo Limòn y el Nostragamus, entre otros. Hay buenas noticias: Portishead ya sacó nuevo disco tras 11 largos años de ausencia y ¡Sigur Rös vendrá a México! Me alegra en medio todo lo que sucede entre Pemex, Pejeadelitas y su afán privatizador. ¿Qué ocurrirá con La Mosca? Seguiremos informando...

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Recibí la visita de mi gran amiga torreonense Daniella Giacoman, reportebria de La Opinión Milenio .Asistimos a una conferencia de Alejandro Jodorowsky, uno de mis ídolos terrenales, en Ciudad Universitaria. Había un monton de morros, incluso más chicos que yo, a la espera de verlo y escuchar sus loqueras acerca de la psicomagia, esoterismo y filosofía que imparte. Un poco de calor eso si, mucho hacinamiento y expectativas por ver al buen Jodo. Hasta hubo algunos que tuvieron la osadía de acercársele y abrazarlo y besarlo cual nieto que le profesa cariño al abuelito pacheco. Me llamó la atención que a pesar de haber vivido tantos tiempo en México aún se escucha su acento chileno...y luce muy conservado a sus casi 80 años.
La Dany y yo fuímos al dia siguiente a un concierto de Horacio Franco en Bellas Artes, la gala de su trigésimo aniversario como flautista, y hasta tuvo oportunidad de conocer al Tona un día después donde vimos el partido Chivas-América. (¡Que bueno que perdieron las aguilas!)

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Jodorowsky y su chiste mamon del pingüino (pero me hizo reír aun así)