jueves, enero 29, 2009

Sobre The Spirit y otras mamadas

Escribidor invitado: Rafael Tonatiuh



Chespirit en Sin City

Otro viejo superhéroe de historieta llega a la megapantalla. En esta ocasión tocó el turno al dandy enmascarado de sombrero, guantes y su traje lleno de agüjeros. La polémica es lo único seguro luego de su estreno

Dos íconos y un cuaco

19 de enero del 2009. México, Distrito Federal. 19:45 horas. Estoy a punto de llegar al Cine Diana, a la premiere de The Spirit, la película escrita y dirigida por Frank Miller.

A punto de descender del taxi, el chofer me pregunta: “¿Esa del espirit se trata de un caballo?” No sé de qué rayos me habla (más tarde, gracias a los conocedores de cine, me enteraría que Spirit, el corcel indomable, fue una cinta de dibujos animados del 2002, dirigida por Norma Cook y Kelly Asbury, sobre un caballo que conoce a un nativo de la tribu Lakota, enamorado de la yegua Rain).

Alguna vez, yo mismo fui una especie de conocedor de cine, durante mi época de estudiante en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, mucho antes de que la pornografía, el alcohol y las drogas acabaran con mi fábrica de sueños, para resucitar después gracias a la Meditación Trascendental. (Suspiro).

Al terminar la cinta, mi amiga Miriam Canales me pregunta: “¿Y así era el cómic de caricaturesco?” Le respondo que era más desorbitado, una respuesta que no alcanza a expresar todo lo que el Spirit significa para mí, porque el Spirit no es ningún estúpido caballo de caricaturas, sino uno de los personajes más importantes del mundo del cómic, que marcó mi gusto por el dibujo (en los setenta, me influyó en la primaria para realizar mi primer cómic: Los Beatles en el planeta de los simios).

El otro gran dibujante y argumentista que revitalizó mi gusto por el cómic es Frank Miller, con su Sin City, extraordinario trabajo minimalista de los noventa que me motivó a coleccionar toda su obra.

Will Eisner y Frank Miller juntos, vaya combinación prometedora. Sin embargo, al finalizar The Spirit, los conocedores de cine estaban encabronadísimos (particularmente los fans del cómic de Eisner). Como yo no soy más que un tipo que usó su gafete para ver una película gratis, pues… me gustó.

¿Y dónde está Ébano?

El problema es que Frank Miller anduvo de hocicón, diciendo: “The Spirit será mi gran homenaje a un personaje que influyó enormemente en mi carrera y bla bla bla”. La gran mayoría se tomó en serio sus palabras y esperaba ver a Ébano (ayudante negro del héroe, que brilló por su ausencia), pero en verdad os digo: No vimos al Spirit de Will Eisner sino al de Frank Miller.

Dejando de lado 300, Ronin y Sin City (de su autoría), Frank Miller se ha caracterizado por su audacia, al resucitar personajes de cómic que atravesaban una mala época. Cuando Batman andaba de capa caída, a principios de los años ochenta, lo relanzó con Batman: Año Uno, y El Caballero Nocturno, al grado de convertirlo en el Batman oficial (retomado en el cine por Tim Burton), devolviéndole su lado oscuro, aunque tomándose ciertas licencias arriesgadas, como inventar un Bruce Wayne otoñal y retirado de su identidad secreta, un Robin femenino y un comisionado Gordon que le pone el cuerno a su esposa embarazada, entre otros ligeros cambios, no planeados por Bob Kane.

Lo mismo hizo con Daredevil, superhéroe ramplón de Stan Lee, abogado ciego (Mat Murdock) que se disfraza para combatir el mal, inyectándole madurez y un sardónico sentido del humor, en oscuras tramas de tráfico de drogas y psichokillers, donde su vida personal se ve envuelta en ambivalencias morales.

Aquellos experimentos con superhéroes ajenos de los que Frank Miller se reapropió y revitalizó, funcionaron en papel, pero el experimento que ahora hizo en el celuloide, quizá deja mucho qué desear, aunque defenderé hasta la muerte su atrevimiento para darnos otra versión del Spirit.

Los que leímos el cómic sólo conocimos la mano de Octopus. Valía la pena descubrir que al final del brazo estaba Samuel L. Jackson, como jocoso villano, una agradable opción para descansar del Guasón.

Vamp

Está bien que Frank Miller intentara empatar su estilo desgarrador y violento con el grand guiñol fársico de Will Eisner, pero la apuesta fue excesivamente arriesgada; fue como si Quentin Tarantino intentara llevar el Chanoc a la pantalla.

Resulta chocante tanto pastelazo y chiste bobo metido a calzador entre deslumbrantes imágenes bellas y grandilocuente exceso de efectos especiales, en una trama policiaca inteligible y doblemente confusa por la acción trepidante (con razón, los amantes del Spirit extrañaron la sencillez de los argumentos).

Por momentos, el humor fluye de manera natural, como las secuencias que muestran a Octopus en plan de fascista negro (que ojala no sean premonitorias del nuevo presidente de los EUA).

El ambiente oscuro y misterioso de cine negro cuaja a la perfección, en una propuesta posmoderna estilo Blade Runner, sin referencia histórica, que apoye visualmente el concepto de que el arma principal del Spirit es su propia ciudad, que le brinda cloacas y parquímetros cuando hacen falta.

Muy buena idea darle el protagónico a un virtual desconocido: Gabriel Macht, quien cae muy simpático, aunque no justifica su falso pegue a la James Bond, que Miller se esfuerza en atribuirle.

Las que sí se llevan las palmas son las estupendas vampiresas (y en ello, Frank Miller sí respeta el genuino espíritu del Spirit): Eva Mendes, Scarlett Johansson, Paz Vega, Jaime King y Sara Paulson, luciendo entallados y glamorosos modelos de Michael Denninson. ¡Gulp!

Revelación sexy:

Seychelle Gabriel, en el papel de Sand Saref, la novia adolescente de Denny Colt (el Spirit, joven). Una Lolita que hasta los más feroces detractores del film, confesaron sería el único motivo para comprar el DVD.

Próximos prófugos del cómic a estrenarse:

Punisher, War Zone (2008). Dirigida por Lexi Alexander (campeona mundial de kickboxing).

X-Men Origins: Wolverine (2009). Dirigida por Gavin Hood, sudafricano. Su película Tsotsi (sobre pandilleros), ganó Óscar en 2006.

Watchmen (2009). Estreno en México: 6 de marzo, 2009. Dirigida por Zack Sneyder, director de 300 (2006), basada en el cómic de Frank Miller

Publicado en Milenio Diario el 22 de enero de 2009.

2 comentarios:

Holden ArG dijo...

Watchmen no es un comic de Frank Miller, en realidad fue escrito por Alan Moore (para muchos la leyenda viviente… quizá para mi también) y dibujado por Dave Gibbons; no sé, quizás entendí mal al momento de leer, pero pareciera que la autoria del citado comic se le atribuye a Miller, quien por otro lado sí es ilustrador y guionista de “300”. Me agrado el post.

Anónimo dijo...

D
Te iba a decir lo mismo. No es de Miller, bueno ya te lo dijeron
Bye

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