El 26 de febrero, tras 17 años de ausencia, Bob Dylan regresó al Auditorio Nacional para ofrecer un concierto abundante en temas nuevos y limitado en clásicos para aquellos que acudieron con un afán de nostalgia. Al menos “Like a Rolling Stone” quedará grabada en la memoria mexicana como una interpretación “de hueva”. Lo bueno es que el maestro Dylan aprovechó para darse el rol por Monterrey, Guadalajara y especialmente en el Zócalo de Zacatecas donde explayó todo su arsenal, a diferencia de los lugares cerrados donde acostumbran meterlo. Habrá que agradecer a Sergio Mayer por haber organizado el concierto y por abstenerse de meter a Garibaldi (su ex grupo) como telonero.
A manera de celebración (o excusa) de su 40 aniversario, los miembros sobrevivientes de The Doors decidieron reunirse para realizar la gira mundial Riders on the storm que abarcaba ciudades mexicanas como Aguascalientes, Veracruz y Torreón donde décadas atrás hubiera resultado inimaginable su presencia. Los restos de la banda The Doors —o más bien “Los Dos”, porque sólo quedan Ray Manzarek y Robbie Krieger— retomaron su carrera en 2008, con Brett Scallions como vocalista (¿quiéeen?). La moraleja es que ver a Doors sin Morrison es como tomarse una chela caliente en tiempo de sequía.
Las impetuosas lluvias de abril no impidieron que los conciertos al aire libre se detuvieran, como fue el reencuentro que se quedó fuera de la lista de 2007: The Smashing Pumpkins en el Zero Fest, ¡pero sólo con Billy Corgan y Jimmy Chamberlain como miembros originales! ¿Dónde quedaron James Iha, y D’Arcy? Así qué chiste, aunque peor es nada.
¿Y qué decir del esperado Festival Colmena en junio? Los conciertos estilo Avándaro parecían calentar un retorno con esta alternativa amateur organizada por una asociación conocida como Dos Abejas que prometía una gran tocada con los islandeses de Sigur Rós como headliners. Según los organizadores, el objetivo era concienciar a favor de la ecología (¡ajá!) por lo que prohibieron todo uso de autos que condujeran a los asistentes a una recóndita reserva natural ubicada en Santo Domingo Ocotitlán, Morelos. El costo del boleto incluía transporte redondo, pero no contaban con que Orri Páll Dýrason el baterista, sufriera de un imprevisto dolor de cabeza y tuvieran que concluir antes, lo que provocó que la multitud se desplazara a la deriva por una oscura terracería, ya que los autobuses resultaron insuficientes. Un desastre total. Algunos buscaron demandar a la empresa que no hizo más que enviar una disculpa a través de su página de internet. Chido por Sigur Rós, y un espantoso tache para los organizadores.
El oso de octubre (y del año también) se lo lleva el Manifest, cuyo cartel incluía a The Prodigy, banda que se halla fuera de su apogeo. Si en 2007 se lucieron con Interpol a la cabeza, en 2008 los organizadores del Manifest cancelaron, argumentando ser víctimas de la recesión económica estadunidense, y que traer grupos caros no resultaba negocio. No tenemos por qué no creerles. Por fortuna, hubo otros más aventados que decidieron arriesgar, y por esas mismas fechas, una marca de celulares ofreció juntar en otro festival ni más ni menos que a The Flaming Lips, Nine Inch Nails y a los Stone Temple Pilots, con su excéntrico vocalista Scott Weiland (libre de drogas y sobrio también, lo cual implica un mérito aparte) y por si fuera poco, añadir al line up a The Kooks y MGMT ¡por menos de 500 pesos! Lo lamentable fue que, irónicamente, la concurrencia estuvo escasa y ahí sí ni como ayudarlos.
Para cerrar el año, noviembre estuvo plagado de propuestas interesantes, como Black Rebel Motorcycle Club, Thievery Corporation y Jesus and Mary Chain. Mención aparte merecen Oasis y REM, donde su vocalista, Michael Stipe, aprovechó para enviar sus felicitaciones a Barack Obama por su triunfo, denostar a George Bush y dejarse querer por sus fans cuando bajó del escenario en dos ocasiones.
¡Ah! pero la más esperada del año fue “la señora de las cinco décadas” Madonna, hoy libre de Guy Ritchie y más jovial que nunca. Demostró que dos matrimonios y dos niños a cuestas no le han quitado lo atrevida y cachonda, si no, habría que checar su interpretación de “She’s not me” donde se burla de sí misma mostrando sus looks de antaño y besando a una de sus modelos.
Los conocedores señalan como los mejores conciertos del año el que ofrecieron los suecos de Peter, Bjon a John que llegaron en enero al Lunario de la Ciudad de México a deslumbrar con su talento y humildad (sólo cobraron 300 pesos), y el grandioso retorno de James, banda mítica del movimiento Madchester que con sus miembros originales tocaron en el Distrito Federal y Guadalajara al despuntar octubre. Los dos conciertos de “Jaime” ingresaron en la categoría de “apoteósicos” dada la calidad de la banda.
Caso contrario a los de las tocadas de Manu Chao y los Fabulosos Cadillacs, que aunque en México tienen fans que darían la vida por ellos, la verdad es que ya no soportaron la prueba del tiempo y ofrecieron un par de recitales predecibles y sosos.
El 2008 resultó satisfactorio en materia de conciertos. Ahora hay altas expectativas con la próxima visita de Radiohead en marzo de 2009; y con la crisis económica, muchos esperan no tener los bolsillos ni la cartera rota para evitar comprar en reventas posteriores (¡gulp!)
Publicado en Milenio Diario el 4 de enero de 2009 por su servilleta
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