miércoles, marzo 17, 2010

Café Tacuba: en Guadalajara fue.


Café Tacuba: en Guadalajara fue
Por Míriam Canales

(Mmmm...¿por qué Hugo siempre le pondrá acento a mi nombre?)

“¡Antes me gustaba tu música, pero ahora me gusta más tu vieja!”, gritó un chamaco detrás de la reja que dividía a la alfombra roja de los fans que esperaban ver a Café Tacuba en la premier de su documental Seguir siendo, en el marco del XXV Festival de Cine de Guadalajara. Esa noche, Rubén Albarrán llegó al Teatro Diana con su pinta característica: un traje verde limón y una glamurosa mujer al lado, con varios centímetros de notoria diferencia.

“¡Rubéeeeen, Rubéeeen! ¿Y para esto estuvimos esperando dos horas? ¡Qué chafa!”, se quejó otra chamaca a la espera de un autógrafo de Rubén, Joselo, Quique o Meme o al menos una foto de celular para Facebook… y nada. No pararon de gritar por Rubén, quien hablaba con los reporteros de los programas de espectáculos.

… y caminaron por la alfombra roja los invitados especiales que poco o nada tienen que ver con la banda: Carina Ricco, viuda de eduardo Palomo; Luis Roberto Guzmán, mejor conocido como El Pantera, sin mirar a nadie; Paola Núñez, la ex Barbie de la telenovela Amor en custodia y hasta la escuálida figura de Nailea Norvind, quien dijo jubilosa a los micrófonos de Televisa y TV Azteca: “¡Vengo a ver a Café Tacuba!” (¿acaso había otro motivo para estar ahí?).

Los realizadores Ernesto Contreras (Parpados azules) y José Manuel Craviotto (Los últimos héroes de la península) se aventuraron a filmar Seguir siendo, una especie de homenaje de los vaivenes chilangos y subterráneos de la banda, su crossover gabacho, sus alianzas con artistas como Beck, Gustavo Cerati y Gustavo Santaolalla y hasta su visita a Japón en 2008, donde encontraron el rostro hierático de la Princesa Hitachi que contrastaba con los movimientos alocados de Rubén Albarrán en un concierto exclusivo… y asistentes nipones que coreaban el estribillo de “¡paparupapa eu eo!” de “El baile y el salón”.

Para rememorar las dos décadas de trayectoria de Café Tacuba, hay que repasar las añejas imágenes de sus primeros conciertos a inicios de los noventa en Ciudad Satélite, en foros como El Lucc o Rockotitlán, y hasta de sus presentaciones con Paco Stanley, la créme de la créme de los programas de variedades de esa década, hoy visto como encuentro culposo. Eran los tiempos en que “Los Tacubos” vestían con ropa de manta y cuando nació el primer alter ego de Albarrán: Pinche Juan, para después transformarse en Cosme, Anónimo, Massiosare, Nru, Rita Cantalagua, Gallo Gass, Elfego Buendía, Ixaya Mazatzin Tleyotl y así ad infinitum. Desde la génesis del disco homónimo hasta Sino.

Seguir siendo es un documental que muestra únicamente eso: la etapa de “seguir siendo” y nada más, como un punto existencialista. Comienza como un testimonio fílmico que por igual arranca risas y hasta unas cuantas lagrimas para los nostálgicos y cae en un ritmo monótono de entrevistas un tanto prescindibles, visto desde una óptica más de admiradores que de realizadores. En vez de una película objetiva que muestre desde la etapa más “pura” hasta el estrellato internacional de Café Tacuba, se vuelve un “sólo para fans”. Lynn Fainchstein mencionó en Twitter: “Seguir siendo de Café Tacuba pa la gloria y alegría de nuestros corazones. ¿Cual fan? ¡Soy súbdita! ¡Qué tristeza tantos asesinatos! ¡Qué tristeza lo que esta pasando en México! ¿Y si todos cantamos ‘paparaupa eo eo eo’? Seguro ayuda”.

Después del documental, mismo que termina con imágenes del concierto del vigésimo aniversario en el Foro Sol, ése en el cual Albarrán declarara que antes de ser famoso caminaba de Ciudad Satélite hasta Mixcoac, comenzó la tocada sorpresa con “El baile y el salón”. Para los que alcanzaron boleto les salió en un dos por uno. El concierto sobrepasó a la película. Decenas de asistentes que se quejaban de no haber conseguido una foto en la alfombra roja tuvieron la nada despreciable oportunidad de subir al escenario. “Si los de seguridad no los dejan pasar, digan que yo los invité”, dijo el vocalista, quien dejó que sus seguidores lo acompañaran mientras cantaba “La chica banda” y no falto el mañoso que osó tocarle las recónditas partes de su cuerpo. “¡Ay, mis huevos!”. Ese fue El Momento; así, con mayúsculas. Ixaya Mazatzin Tleyotl les dio su amor. En Guadalajara fue.

Publicado en "La mosca en la red" el día de hoy.

2 comentarios:

Plaqueta dijo...

Qué chingona reseña, qué ganas de haber estado ahí :-)

Miriam Canales dijo...

Gracias.

Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...