ALL THIS TIME

Esta semana que acaba de concluir fue tan ajetreada como descabellada, tal cual me gusta que sean las cosas: tuve (¡y tengo todavía!) mucho jale en la revista y en la escuela. Había que darle duro al proyecto y a los reportajes que me quedan por hacer más aparte atendí un taller de radio al que me inscribí en las Jaladas (jornadas!) de comunicación de la UACalas con Blanquita Russek quien por cierto apareció en mi corto de "¡Maldición!" como la esposa de Angel jajaja. Lástima que no pude quedarme todas las sesiones, pero aun así me gustó.

Ahora, no entiendo que pasaba conmigo que tuve una serie de disgustos con hombres mayores: mi papa, Alvaro mi jefecín y un advenedizo cuyo nombre me hace recordar un poema de Vicente Quirarte donde comparaba al sujeto con un vampiro por su mirada melancólica. Mientras tanto, mi madre se encontraba disfrutando de unas sabrosas vacaciones en Acapulco cuando acá llovía y yo me volvía histérica por no ver las olas del mar pero si el agua que caía del cielo y nos mojaba a todos. Termina la semana y leo en los periódicos que acaba de morir la bienaventurada periodista Oriana Fallaci, ¡ciao signora!. El ejemplo a seguir de mi oficio, ¿llegaré algún día a ser tan tenaz y chingona como ella?...

Les decía que hace dos años sentía que había dejado atrás una etapa, que ya no era la hippiosilla loca que alguna vez conocieron, y el martes pasado tuve una visión nefasta: me ví reflejada en un espejo retrospectivo donde resaltaba la imagen de la Miriam del 2004, esa que tanto trabajo me ha costado eliminar, la que tuvo tantos fracasos, la deprimida, la que vivía la crisis de los 20...en fin, un desmadre. El espejo era el advenedizo. Espero no vuelva a ocurrir. Me gusta mirar hacia adelante sin ningún tipo de retroceso...hasta ahora no le hablado a mi apá mas que para lo únicamente necesario y mi madre ha vuelto, está muy contenta por lo visto.

Este fin de semana, pasando a otras cosas, fue el cierre del benemérito bar "La Estación", ¡cuantas anécodtas, pedas, charlas, fiestas, desmadre y hermosas convivencia no hubo ahí!. Sea lo que sea y vayase a donde se vaya las cosas no volverán a ser igual...recuerdo la primera vez que estuve ahí por la fiesta del infame pasquín "Jesus Mata" en noviembre de 2003. Aun así la estuvo memorable. Luego, tantas personas que conocí, tantos amigos que acudían ahí. 2004 fue un año en el que era mi antro de cabecera, donde casi siempre le caíamos los viernes después de escuchar a La Camerata. Recuerdo la fiesta del Chaz de Nopal Beat, la salida del 26 de diciembre de 2003, mis festejos por mi cumpleaños. Los güeyes que se me acercaban para pedirme mi teléfono y les daba uno falso, las tocadas de Ruta Norte, las charlas nocturnas con sabor a Corona y Victoria con la Dany Giacomán...¡que bonito era decir "¡vamos a La Estación!" después de algun evento cultural, de algún after o simplemente porque se nos pegaba la gana ir ahí...¡Oh! y ahora...¿quien podrá ayudarnos?, ¿ a donde iremos a libar?Me cayó mal El Armario la otra noche por retacharnos a una banda y a mi por no llevar IFE, ¿que no ven que desde que pasaron las elecciones me decepcioné tanto que preferí tirarla a la basura? jajaja. Ni pex.

No cabría en este pequeño espacio todas la aventuras vividas en La station, la extrañaremos mucho. Nada volverá a ser igual en ningún momento y nadie podrá ocupar su lugar sea Don Pistín, El Nacario o incluso La Rueda(que también tiene lo suyo ¿eh?). Ojalá y las cosas resulten mejor para todos en lo que resta de este alocado año.