domingo, agosto 19, 2007

Crónica de una caminata nocturna


What have I become, my sweetest friend? Everyone I know goes away in the end...

Johnny Cash/NIN "Hurt"



Anoche, como buen sábado Distrito Federal caminé un largo trecho desde la colonia San Rafael hasta La Condesa. Recorrí la mayoría de esos lugares visitados por la clientela turística: El monumento a la Revolución, Reforma, Insurgentes. Al llegar a esa edificación pasaron imagenes pretéritas por mi cabeza: de papá, mamá, Quique y yo recorriéndolo por primera vez. Debí tener ocho años y papá me contó su historia una nublada mañana de julio de 1992...pero él se encontraba muy lejos en ese momento como para que volvieramos a hablar sobre el tema.



Recorrí los lastimeros campamentos de los protestantes del ISSSTE cerca de Reforma hechos de lonas frágiles, ubicados en un sitio escasamente alumbrado e inseguro; también se hallaban los de la APPO y sentí pena por ellos. LIegué hasta la avenida principal y me senté de cara a la redacción de El Universal. Unas lagrimas se me escaparon de los ojos, no podía apartar de mi cabeza esa noticia que bien puede significar una tragedia al grado de arrepentirme de haber llegado a esta ciudad, o bien la puerta que conduce a mi anhelado sueño. Todo depende del cristal con que se mire. Ese momento significaba que lo que viviré de ahora en adelante será todavía más arduo y sinuoso de lo que imaginaba. Mi llanto se interrumpió de repente, unas gotas de lluvia comenzaron a caer sobre mi cabeza. Mis lagrimas se perdieron en ellas.


Llegué al Hotel Meliá a resguardarme, esperé a que pasara el aguacero. Presencié el arrivo de un grupo de turistas orientales y europeos en una camioneta blanca. Seguí mi camino y de nuevo recordé a mi gente: los recorridos con Sylvia, la fotografía de Daniel. Ya ninguno habita esta ciudad, ella está en mi tierra coahuilense y él en los fríos confines noruegos. ¿Por qué estaba sola en ese momento?, ¿por qué nadie me acompañaba?...


La gente se disponía a ir de antro, las luces de la ciudad se encendían. El Ángel de la independencia se veía vestido para la ocasión, más resplandeciente que nunca. La zona rosa recibía a su clientela: niños bien , turistas, gays que acudían a los bares de su condición. La última vez que pasé por la colonia Juárez de noche fue hace un año con mi amiga Faby, con Yuri y su cuate, antes de vivir aquí, cuando no tenía nada de que preocuparme y mi vida estaba resuelta. Cuando papi y mami estaban ahí para ayudarme...pero yo se que esta vez ya no sería de ese modo...


Tomé la ruta equivocada y accidentalmente salí por la Roma Norte, caminé tres estaciones de metrobus por Insurgentes. Mi mente seguía fija en esa idea: ¿que pasaría de ahora en adelante?, ¿que van a decir mis papás cuando lo sepan? Cualquier decisión que tome se que cambiará el curso de mi vida en los próximos meses, cambiará mi estancia en esta ciudad y otras puertas se abrirán, algunos ciclos terminarán y otros comenzarán. Es una sensación ambivalente de tristeza y alegría. Ya me siento menos sola, menos insegura, con más valor que al inicio. Me siento capaz de muchas cosas y mientras estén mis amigos conmigo se que podré sentirme más tranquila al recibir su apoyo.


...finalmente llegué a La Condesa, tan bella como siempre con sus luces deslumbrantes, su clientela juvenil y sus célebres bares que solía visitar durante la primavera. Una noche de risas y buena compañía me esperaba, al menos me serviría para olvidar esa angustia nocturna.

2 comentarios:

Seminario Amparán dijo...

También recuerdo ese largo, largo paseo sabatino. Caminamos durante horas y nos la pasamos platicando sobre los seres que yacían tras el protocolo diario. Fue un paseo memorable, incluso por el cansancio.
Afortunadamente a éste le seguirían más paseos. Hace unos días estuve en tu tierra, seguro que ella también te recuerda.

Un abrazo!!

Aquí su pendejo dijo...

Estimada Sirena...

Tu crónica tiene tono de epitafio o de edicto publicado en el universal...
No parece caminata sino vuelo, no se sienten tus pasos, sino solamente las miradas..
no le caería mal una dosis de cinismo..
chau

Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...