jueves, agosto 02, 2007



























Yo me fajé a Tim Burton en el panteón de Guanajuato


(Foto a: Con mi querida amiga Faby de Torreón. Foto b: Con las chicks del festival. Ceci, Vero, Faby etc. Foto C: Tim Burton en el museo de las momias. Foto D: Con la banda reporteril: Victor, Arlene, Gerado,Cristian, Valenzuela, Joaquín, Vero etc.)



Directores de cine he visto muchos, pero nada comparable con mi encuentro con Tim Burton en Guanajuato a donde suelo viajar cada verano como una tradición personal para asistir al festival de cine “Expresión en corto” el cual celebró este año su décimo aniversario con Estados Unidos como invitado de honor, (más bien de horror). Una escasez de lana, aunada a pedos familiares y un viaje previo a Los Cabos me hicieron dudar en acudir en esta ocasión, no quería irme de la playa por andar de gorrona con mi mamá. Mi pobreza personal llegó a niveles extremos que me impidió pagar los 500 pesos que me pedía Volaris para cambiar la fecha de mi vuelo de regreso al Distrito Federal. Por este precio puedes ver durante el viaje los infames culebrones de Televisa con Adal Ramones, Eugenio Derbez y la sonrisita mustia de Jacqueline Bracamontes quien te indica como seguir los pasos de seguridad para evitar una catástrofe aérea, aunque conozco a quienes preferirían morir mirando sus tetas y nalgas.


Esa tarde tuve que hacer una escala en Toluca y a la mañana siguiente abordé un autobús especial que me llevaría a Guanajuato con el resto de la prensa acreditada.
Mi viaje en Baja California me costó la ausencia en San Miguel de Allende donde se llevó a cabo el festival previamente, homenajearon al cineasta norteamericano Kenneth Anger y al increíble caricaturista Bill Plympton cuyas animaciones me provocaban pesadillas infantiles, si los monos de Rogelio Naranjo me asustaban de niña estos me aterrorizaban. Me arrepentí un poco solo por no haber podido retroceder en el pasado, sino esta crónica hubiera adquirido otro matiz.
Pero este año el menú resaltaba promisorio: la carta fuerte sería la presencia de Tim Burton quien se echó para atrás el año anterior justo cinco días antes de que iniciara el noveno festival alegando compromisos de trabajo (¿Por qué siempre dicen lo mismo todos?).

Esa tarde toda la prensa nos congregamos en el exterior del auditorio del estado, esperábamos una madre llamada “Reto Volvo” que consistía en una carrera para filmar una serie de cineminutos patrocinados por esta marca de autos tripulados por los actores participantes, pero como buenos divos de Juárez el evento estuvo de hueva, llegaron más tarde de la hora acordada y aun así las estrellitas mostraron su arrogancia posando como si estuvieran en la semana de la moda en París. Lo bueno es que todo eso acabó pronto, instantes después se acercó otra camioneta que contenía un pasajero de pelos erizos, vestimentas oscuras y gruesos anteojos de pasta y micas púrpura…nadie como el maestro Burton podía venir ataviado de ese modo. La prensa se abalanzó sobre él como perros hambrientos detrás de un hueso y los fans disfrazados como sus personajes actuaban como si Luis Miguel hiciera su aparición en los premios TV y Novelas, las chicas gritaban cual Menudo en sus mejores tiempos. Hubieran visto. Los pocos policías que asignaron fueron burlados por los reporteros, casi se armaban los moquetazos, tampoco pelaron a Sara Hoch, la directora del festival quien trató de impedir que cruzarán más allá del límite establecido, la ignoraron olímpicamente.


Sin mayor preámbulo, minutos después Burton fue anunciado para su homenaje, para el numerito nombraron ni más ni menos que la folclórica presencia de Astrid Hadad con sus anchas piernas y sus poco sensuales caderas que se contoneaban al ritmo de la música. Burton subió al podium y le entregaron la cruz de plata, el trofeo representativo de “Expresión en corto”. Después del evento, chaquetita y a dormir.


La noche siguiente les propuse a mis amigos Faby y Esteban me acompañaran a los túneles donde se estaría presentando un programa conformado por películas de Kenneth Anger, solo me gustó una donde salía la Faithful que se llamaba “Lucifer rising”, pero no entendí su discurso, ni modo. Esteban y yo decidimos ir al panteón a un lado del Museo de las momias donde se proyectaban “El esqueleto de la señora Morales” y la coreana “The Uninvited”. Compramos chelas y palomitas para la ocasión, por supuesto. Conocimos a una chica cineasta llamada Ayni radicada en Francia que presentaba un cortometraje durante el festival, se afanó al chupe y a la tragazón.


Minutos después el exceso de líquido en mi vejiga me obligó a buscar un baño de inmediato, el problema era que debía pasar por un tumulto de gente que se encontraba frente a mí para llegar al deseado tronadero. Esteban como buen hombre solo tuvo que ponerse de pie y buscar un rincón por las criptas para verter su agüita amarilla. Después de pensarlo mucho me incorporé y lo imité. Caminé un pequeño trecho con el fin de hallar un lugar apartado alrededor de las criptas detrás de unos arbustos. Me incliné y dejé que mis esfínteres hicieran lo suyo, fue una sensación aliviadora y alucinante a la vez, creía que en cualquier momento aparecería un muerto reclamándome por el hedor que emanaba, ¡Pobres!. Cuando terminé caminé hacia el pasillo que me conduciría de nuevo a la proyección, solo que cuando me faltaba un metro para llegar pasó frene a mi una pequeña caravana, tenían la pinta de guardaespaldas. De inmediato reconocí una extraña figura: “¡Yo conozco esos pelos erizos, esos lentes de pasta púrpura y esas fachas!”. Me dije a mi misma. Si, se trataba ni más ni menos que del maestro Burton frente a la oscuridad imperante, mis pupilas dilatadas y un frío que me calaba las piernas por mojarme con mis propios meados. Lo seguí, me coloqué justo a sus espaldas mientras los guarros me miraban con recelo, me valió madres. Se dio una media vuelta y le dije “hi”, me contestó con una leve sonrisa “hello”. Si se encontraban 200 güeyes sentados solo 20 se percataron de su fugaz visita. Diez minutos bastaron para que tomara fotografías a las criptas, viera brevemente la película y se largara cual si se hubiese cumplido la profecía de los aztecas en espera de Quetzalcoatl.


Mi aventura escatológica tuvo un final sustancioso. Llegué hacia donde Esteban, Ayni y un amigo suyo para comunicarles la noticia. Afortunadamente pudimos alcanzarlo antes de que abordara una camioneta roja junto con su séquito de gatos-eran realmente mamones-debo confesar. Me sentí muy tímida de acercármele, mandé a la chingada mi temor y le dije con la mayor inocencia del mundo que sus películas habían sido parte de mi infancia mas nunca me percaté de ello hasta el momento en que lo conocí en persona.


Recordé esos años en que me sentaba a ver a Pee Wee Herman en el Disney Channel, antes de que se arruinara su carrera tras haber sido sorprendido en plena puñeta en un cine porno. Recordé mi primera experiencia con Batman a los 5 años, al dramático Jóven manos de tijera, al Extraño mundo de Jack a los diez. Burton hizo un clic retrospectivo en mí al momento en que estreché su cálida, fuerte y rasposa mano que desafortunadamente me tuve que lavar. ¿Qué clase de microbios me hubieran brotado? No lo se, quizá algunos con la cara de Jack Skellington pero con pelos parados. “Oh, it’s nice. It’s beautiful!” Fue su respuesta a mi comentario mientras esbozaba una sonrisita.

Ya no lo ví al día siguiente, cuando creía que había tomado un avión de regreso a Londres pensé que tal vez si volvía a mear clandestinamente en algún lugar público reaparecería, pero no.
Mis amigos y yo nos dispusimos a hacer una juerga descomunal por tratarse de la última noche de festival. Los muy aguados se fueron a la meme, no obstante yo quería seguir en la fiesta de clausura dentro de un túnel del centro de la ciudad donde mezcló entre otros, el dj Randall Jones, llegué sola y cuando bajé la escalera vi a una multitud tomando chingos de fotos con cámaras digitales y celulares. “¿Pos que pasa aquí? Nadie me supo decir y deduje que se trataba del buen Tim acosado por sus fans, ni modo que fuera por la presencia de Miguel Rodarte quien nadie peló esa noche.


Burton lucía diferente a la ocasión anterior, parecía estar muy pedo, dicen que se la pasó chupando tequila en una fiesta previa. Finalmente pude tomarme un par de fotos con él después de que dos morras le tiraron el perro cañón, poco falto para que le enseñaran las chichis, me cae, pero a el le simpatizaron y les tomó muchas fotos con su camarita. A base de señas le indiqué que se pusiera a mi lado pa la foto del recuerdo, él por su borrachera entendió que quería que me tomara una foto a mí y me captó ¿Qué habrá dicho su mujer la actriz Helena Bonham Carter si es que la vio? “Who’s that fucking bitch?” probablemente. Al menos la toma donde salimos ambos quedó bien: El con cara de Droopy, inexpresiva y seria. En cambio mi cara denota cachondez involuntaria, ¡vaya contraste!, parece como si me lo hubiera querido fajar en ese instante, lo habría hecho, como no.

Y yo que no quería ir a Guanajuato, ya hasta decía que el buen Tim se iba a perder el placer de conocerme y tomarse fotos conmigo. La próxima vez quizás agradezca que Volaris cobre unas multas altísimas por cambiar vuelos a última hora. Chale.













1 comentario:

Holden ArG dijo...

Helena Bonham Carter es una actriz impactante, sin duda, una de mis favoritas; por supuesto que me encantaría saber cual es su opinión de la actitud tan pachanguera de su maridito en tierras mexicanas, y sobretodo de la serie fotos que el cineasta guarda en su camarita (incluyendo la tuya), probablemente, la Bonham Carter deje de lado el flemático puritanismo ingles que tan frecuentemente representó es sus primeros personajes, para sacar la bruja que lleva dentro, lanzándole al maestro Tim una maldición cruciatus muy al estilo Bellatrix Lestrange, personaje que interpretó en la última entrega de Harry Potter… ja ja ja ja ja.

Discurso de Jaime López para presentar el libro "Crónica Biciteka" de Georgina Hidalgo. (Producciones El Salario del Miedo, 2021.) Lugar: Fonda El Convite. Fecha: 20 de octubre de 2021.

              ACERCA DE LA CRÓNICA BICITEKA DE GEORGINA HIDALGO VIVAS                                                                     ...