Crónica regiomontana

Son las 5:10am y no entiendo que demonios hago yo sin dormir cuando ayer me acosté a la misma hora… pero pues bueno, soy una desvelada sin remedio.
Durante toda esta noche he estado escuchando una rola muy viejita pero bastante chida que se llama “Good enough” de Cyndi Lauper…pa darles más pistas aparece en una película ochenterísima llamada “The Goonies” (yo y mis gustos retro ¡chale!).
Hace poco tuve la oportunidad de viajar a la “ciudad de las montañas” o “regiolandia” para no perder el sarcasmo y definitivamente la saco de mi top de ciudades donde viviría. Es que se me hace un Torreón grandotote pero con un calor peor que el de acá y para acabarla de amolar, bien caro. Eso si, es muy industrializado, lo que tanto anhela Torres volver a ser, jajaja…¡ah! ¿qué a que fuí? pues al festival de cine de allá que por cierto no estuvo muy bueno que digamos excepto por la buena party en el Parque la Fundidora y la after party en La casa amarilla del Barrio Antiguo donde el dj hacía unas mezclas igualitas a las de Elías jajaja. Lo chido es que puso rolas de los Nuevos Ricos (¿ya ven lo que les digo?). Lástima que me perdí el toquín de Bostich, tenía muchas ganas de caerle, pero pues no se puede tener todo en esta vida pero si el hecho de encontrarme con la banda y los buenos amigos festivaleroscinemarográficos: Marco Salgado, Omar González y Luis Tovar y la gran sorpresa de la noche con el buen Roberto Fiesco que me presentó a su compadre Julián Hernández, los que hicieron esa peli tan sui generis como es “El Cielo dividido”, para más detalles…sin dejar de mencionar que estuve con mi carnal José Juan Zapata y la banda Tusangamanta, solo que se deolvieron a Torres de volada.
Y les digo, no me gusta Monterrey de no ser por la Macro plaza, el Barrio Antiguo y Bely y Beto (no bueno, eso no, eemm). Está chido como para pasar un fin de semana pero nada más. Que lástima también que no pude visitar aquella cantina tan arrabalera que una maravillosa noche de febrero tuve oportunidad de conocer: El Bar de Max pero otra vez, no se puede tener todo en la vida, ¡carajo!. Al menos ya conocí otro bar que me gustó como es el Reforma a donde José Juan y yo le caímos durante mi último día…no me sentía lo suficientemente lejos de Torreón como para olvidar que había estado ahí, cosa que sí me ocurrió en Guanajuato. Tal vez la distancia es lo que me haga que se me borre por un rato la memoria…
Y no se cuantas veces mas seguiré escuchando esta rola….es que desde que la oí el domingo en el cine en Radio Cinepolis me quedé picada. Es bastante buena ¡ jojoi!.
“Old fashioned supersticions / I find too hard to break / Or maybe you’re just out of place/ It’s good enough for me / for you it’s good enough/ for me it’s good enough/ it’s good enough for me yeah yeah yeah!!”
…creo que trato de romper un record Guinness, solo que ya perdí la cuenta, ¡ah que pendeja!.. PD:.¡eh! no tengo fotos porque no tomé, pa que no pregunten porque no hay. En realidad no había mucho que fotografiar por allá.